Bailar como un dibujo animado
Racalmuto actúa mañana en el teatro Galileo dentro del ciclo Sunday Live Music
Racalmuto es un pequeño pueblo siciliano de 10.000 habitantes, pero es muchas cosas más. Racalmuto podría haber sido el nombre del protagonista de una película de Disney, Racalmuto puede ser lo que quiera, así lo pensó el músico madrileño Miguel Malla, compositor de la banda sonora de películas como Días de Fútbol, El asombroso mundo de Borja Mari y Pocholo, Días de cine, Dos rivales casi iguales o Gente de mala calidad, cuando un amigo italiano le dijo el nombre de su pueblo. Así que decidió bautizar con ese nombre al sexteto “inclasificable” que lidera desde hace 10 años.
Un grupo que ha recuperado la obra de dos clásicos estadounidenses de la primera mitad del siglo XX, Raymond Scott y John kirby. Dos innovadores. Malla descubrió a Scott hace doce años durante un viaje a Santander junto a Nacho Mastretta, un flechazo que le llevó a explorar su obra.
“Es una música muy rápida, compleja. Para poder interpretarla tuvimos que sacar de oído las partituras a partir de grabaciones de los años 30”, explica Malla. Un arduo trabajo de restauración interpretado por Racalmuto. “No somos una banda clásica de jazz porque falta el elemento principal del jazz, que es la improvisación”, aclara su líder.
¿Dónde situar entonces a la formación? Si Raymond Scott es más que una influencia, y la obra del músico norteamericano fue comprada por la Warner Brothers para acompañar en sus andanzas a Bugs Bunny, el cerdo Porky, el pato Lucas... La conclusión es obvia: las personas que se acerquen mañana a las nueve y media de la noche al Teatro Galileo disfrutarán de una música de dibujos animados. De manera metafórica y literal. Una virguería musical que se mete en el bolsillo al público casi al instante.
Malla recuerda una frase de Scott que expresa la intención con la que está concebido su estilo: “Él decía que quería hacer una música apreciada por la gente nada más ser escuchada”.
Algo que Racalmuto ha logrado transmitir a un público español mucho más receptivo al jazz y a las vanguardias musicales de lo que parece. “No sé en qué momento se consideró que la alta cultura no era divertida. Hasta hace no demasiado, los niños veían las películas de Los Hermanos Marx, uno de los máximos exponentes del arte y de la cultura”, reflexiona Malla, que recuerda que “en los años treinta [el clarinetista y director de orquesta] Benny Goodman, otra cima del arte, era un fenómeno de masas como hoy Lady Gaga”.
El líder de Racalmuto se pregunta por el porqué de la percepción que una parte de la sociedad tiene de la alta cultura y concluye que los agentes que contratan música se arriesgan muy poco, porque “cuando al público se le ofrece esta música siempre responde, el problema es que no se le da”.
Malla rememora una estampa que habla por sí sola. Plaza del pueblo burgalés de Milagros, 500 habitantes. “Allí estaban los abuelos con boina y sus garrotas, los niños... pues tuvimos aplusos y nos pidieron bises. La gente estaba fascinada y no era el típico público joven y urbano que se asocia con nuestra música”.
La apuesta de Malla por las propuestas que son descartadas de antemano, y que el público convierte en exitosas, incluye un espectáculo infantil que Racalmuto ha hecho realidad y en el que se combinan música y proyecciones de dibujos animados.
La puesta en escena incluye buenas dosis de humor gracias a la interpretación de los músicos. La presentación de cada pieza se convierte en un sketch mediante el cual se explica el argumento de películas como Dough for the dodo del cerdo Porky de 1948 y clásicos del cine mudo como El héroe del río, protagonizada por Buster Keaton en 1928, así como algún dato sobre las películas.
El sexteto también muestra con ejemplos sonoros el papel que la música puede jugar en la creación de la banda sonora de un dibujo animado. Cada instrumento interpreta un efecto asociado a un movimiento, a un estado de ánimo o a una situación característica que dota de personalidad al personaje.
Se trata de una pequeña introducción al mundo de la música, de la sonoridad de cada instrumento y su efecto con la imagen.
Mañana en el Teatro Galileo, dentro del ciclo Sunday Live Music, la banda liderada por Miguel Malla recorrerá los más de 40 temas resultado de una década de música rápida, disciplinada, sin improvisación, pero repleta de originalidad. Un homenaje más de Racalmuto a la creatividad de Raymond Scott y una ocasión para redescubrir ritmos, sonidos y melodías que recordarán a los adultos la música que marcaba el ritmo de los andares de Bugs Bunny y enseñarán a los niños que con un contrabajo, una batería, un piano y tres instrumentos de viento, Racalmuto puede ser lo que quiera.
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