El Aula del Mar se muda al puerto
La organización vela por la salud de los 180 kilómetros de litoral malagueño
En julio de 1989 cinco universitarios malagueños se embarcaron en un proyecto: interpretar el medio marino para divulgarlo y así favorecer su protección y conservación. Lo que no sabían entonces Cristina Moreno, José Luis Mons, Juan Antonio López, Juan Jesús Martín y Francisco López es que ese ambicioso sueño de juventud, que llamaron Aula del Mar y que echó a andar en unas pequeñas salas de la Cofradía de Pescadores del Puerto de Málaga, iba a convertirse en un referente en España en la protección del medio marino. 23 años después, el Aula del Mar se ha convertido en un centro de prestigio en muy diferentes ámbitos, como son el educativo, el pesquero y el acuícola; así como para entidades conservacionistas, culturales y científicas o administraciones públicas.
Un éxito en su labor que, por fin, irá en consonancia con la sede que ocuparán en el Puerto de Málaga. El Aula del Mar dejará sus actuales y herrumbrosas instalaciones para estrenar sede en septiembre en uno de los modernos edificios del Palmeral de las Sorpresas, en el Muelle 2 del puerto. “Hemos comenzado ya la adecuación de la nueva sede, aunque la cosa va despacio porque estamos a la espera de recibir la subvención que nos otorgó la Consejería de Turismo para la puesta en marcha de las nuevas instalaciones”, señala Juan Antonio López, responsable de Recursos Marinos del Aula del Mar. “Abajo irá el nuevo Museo Marino y un servicio de atención turística y arriba, unas modernas oficinas que nos permitirán ampliar nuestros proyectos de divulgación y recuperación de especies”, añade.
Y es que, en estas dos décadas, el Aula del Mar ha logrado que la sociedad malagueña se implique en la búsqueda de soluciones sobre temas como la contaminación costera, el agotamiento de los recursos pesqueros, la comercialización de inmaduros, la acuicultura sostenible, las especies amenazadas, los espacios naturales protegidos, el cambio climático, la gestión responsable del agua, el fomento del reciclaje o las energías renovables.
En la nueva sede del Muelle 2 de Málaga se ubicará el Museo Marino
Por su Centro de Educación Ambiental y su Museo Marino, donde unos 500 ejemplares de animales vivos de más de 50 especies representan los distintos hábitats y fondos del litoral malagueño, han pasado medio millón de escolares y 200.000 adultos.
Además, su pionero Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas de Andalucía (Crema), creado en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente en 1994, ha atendido más de 300 varamientos de cetáceos y de un centenar de tortugas marinas en las playas. Por su enfermería han pasado unas 300 tortugas y 200 cetáceos, como Paco, el primer delfín en ser liberado en Andalucía en 1996.
“Los comienzos fueron duros, porque hace 20 años hablar de educación ambiental sonaba raro, pero nuestra filosofía ha ido calando. Ahora contamos con 30 trabajadores y una amplia red de voluntarios que, en colaboración con Medio Ambiente, coordinamos a través de diversas asociaciones”, explica.
Voluntarios con los que López anda inmerso en un nuevo proyecto de recuperación y conservación del litoral malagueño, granadino y gaditano. “La idea es crear un cordón verde en el litoral mediante actuaciones como la limpieza de playas, de fondos marinos, la eliminación de especies invasoras y la reforestación con las autóctonas o la creación de senderos y observatorios de aves marinas. Se trata de frenar y restaurar los daños acumulados desde los años sesenta por la urbanización indiscriminada”. “Es increíble que en 30 años y pese a las exigencias de la Unión Europea aún no contemos con el prometido saneamiento integral de las aguas que vertimos al mar”, concluye.
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