La policía rastrea una docena de puntos en la finca de Las Quemadillas

La búsqueda de Ruth y José, los dos niños de seis y dos años que desaparecieron el 8 de octubre en Córdoba, se reanuda. El escenario vuelve a ser la finca que sus abuelos paternos tienen en La Quemadillas, a las afueras de la ciudad. Allí es donde se pierde su rastro, mientras se encontraban en compañía de su padre, José Bretón, quien esta mañana ha salido de la cárcel provincial, donde permanece en prisión preventiva desde el 21 de octubre, acusado de la desaparición forzosa de sus hijos. El juez instructor, José Luis Rodríguez Lainz, quiere inspeccionar una docena de puntos que los técnicos consideran sospechosos.

El magistrado, busca un zulo donde pudiese el padre esconder a sus hijos. Rodríguez Lainz considera que el progenitor actuó por venganza contra su mujer, Ruth Ortiz, al pedirle esta el divorcio. En la última serie de rastreos, los especialistas, armados de sensores térmicos y georradares (capaces de escrutar el subsuelo y los muros sin necesidad de abrirlos) detectaron 27 zonas que determinaron dudosas. Reposo Carrero, la abogada de Ruth Ortiz –personada como acusación particular ha confirmado que se han reanudado las catas en los muros y suelos de la casa (ya muy agujereada por semanas de pesquisas) en búsqueda de posibles escondites.

En sus autos, el juez –que no descarta la participación de una tercera persona o que los niños estén vivos- también apunta otras sospechas que le llevan a pensar en la presencia de un habitáculo escondido: la presencia de un barril de brea (material aislante) sin justificación aparente; material de construcción como cuchillas de radial, pero sin la máquina necesaria; o la ausencia inexplicable de objetos de sus hijos, especialmente el cochecito de José, necesario para un niño de dos años.

Tanto Bretón como Ortiz se encuentran hoy presentes en la finca. La nueva búsqueda se inició hacia las 7.30 de la mañana y prosigue en estos momentos.