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Jugar al rugby... montado a caballo

España destaca en ‘horseball’, que mezcla equitación y baloncesto

Un partido de 'horseball'.
Un partido de 'horseball'.A. CALVO ROY

El jinete aprieta los estribos sobre los costados de su caballo, que en milésimas de segundos se lanza hacia el campo contrario. Este audaz cambio de velocidad logra evitar que su contrincante pueda cerrarle el paso. Cabalgando sin manos —las necesita para llevar el cuero—, logra su objetivo: meter el balón en un agujero en forma de canasta.

Este relato nos aleja en principio de Madrid hacia las estepas de Asia central, quizá a las montañas afganas. Pese a lo que cabría esperar, no se trata de una escena de la película El hombre que pudo reinar, en la que Sean Connery disputa un partido de bushkashi, el deporte nacional afgano, con 300 jinetes de dos equipos tratando de llevar los restos de una oveja a un punto considerado como la meta.

En realidad, se trata de un partido de horseball, un deporte que no es nuevo pero sí poco conocido en España. Tiene su origen en Asia, aunque algunos sostienen que se basa en un deporte que en Argentina se denomina pato. “Es muy divertido y no hay límite de edad, hay personas de más de 50 años que juegan y se lo pasan en grande”, explica Pedro Checa, jefe del equipo de Madrid de horseball y representante en la Federación Madrileña de Equitación de este deporte.

El horseball es una mezcla de la equitación, rugby y baloncesto, pues los puntos se marcan en un agujero a modo de canasta de baste. “Es un deporte que engancha”, explica Atocha Calvo, una de las jugadoras del Soto del Espinar, que el pasado fin de semana participó en la Copa de España, disputada en el club La Plaza (Villanueva de la Cañada) por Cataluña, Castilla y León, Galicia y Madrid.

Al contrario de lo que cabría esperar, el horseball no es un deporte exclusivo. “Empezar a practicarlo es más barato que otros más populares, como el golf. Hay que tener en cuenta que, ahora mismo, los caballos casi los regalan. El único problema es mantenerlo, pero por unos 300 euros al mes puedes tener uno”, relata Checa. Sostiene que 15 euros bastan para iniciarse: “Y si después ves que te gusta mucho, y puedes, te compras un caballo”.

España es una de las principales potencias del mundo de este deporte, que domina Francia con mucha superioridad. “Es que el deporte se originó allí, cuando un oficial introdujo el balón para que los jinetes militares mejoraran la monta. Pensó que, solo si los soldados se preocupan por otra cosa, se olvidarían de la posible reacción del caballo”, explica Checa.

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El truco funcionó, y sigue funcionando, pues los jugadores de horseball acaban convirtiéndose en grandes jinetes. “De hecho nosotros hablamos del binomio caballo-jugador, y no del jugador. Al final cuando el seleccionador nacional convoca a una persona, lo hace con su caballo. En muchas ocasiones solo juntos son capaces de jugar”, continúa Checa.

El seleccionador de España es Jordi Serra Lagares, que explica: “Somos una potencia. Hemos logrado ganar algunas competiciones internacionales, y este año esperamos hacer un buen papel en Montpellier (Francia)”.

Este fin de semana, una treintena de caballos han participado junto a sus jinetes en una competición que el próximo sábado tendrá su continuación en las categorías inferiores. Volverán al club de Villanueva de la Cañada, donde cerca de 80 equinos, mucho de ellos ponis, volverán a competir junto a sus compañeros. Será una buena ocasión para presenciar un partido de este deporte, que engancha a cualquiera que lo vea.

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