“Mi pasión es Sevilla, no lo voy a ocultar”
Desde hace dos semanas está consagrado como nuevo líder del PP de Andalucía, un cargo que ha aceptado de manera transitoria tras la salida de Javier Arenas, sin ocultar a nadie que su ambición política es seguir siendo el alcalde de Sevilla.
Si ya daba la sensación de que Juan Ignacio Zoido (Montellano, Sevilla, 1957) domina el don de la ubicuidad al asistir a cualquier acontecimiento de Sevilla, por nimio y tangencial que sea, ahora ha de multiplicarse en el resto de Andalucía. Se toma con tranquilidad el reto de liderar el PP andaluz, si bien no desperdicia la ocasión de dejar claro que está de paso. Algo en lo que es un experto, pues su trayectoria es la del hombre orquesta: delegado del Gobierno en Andalucía, secretario general del PP regional, alcalde de Sevilla, presidente de la FEMP y, ahora, en un pispás, presidente del PP andaluz.
Pregunta. Parece que es usted la persona para todo del PP.
Respuesta. Soy una persona normal, de una familia trabajadora. En esos principios me educaron. Nunca me han regalado nada, ni me he dado a mí mismo nada. Desde joven lo aprendí, y lo mejor es que los demás decidan lo que tú tienes que ser.
P. ¿Se veía usted de líder del PP andaluz?
R. Jamás había pensado sustituir a Javier Arenas, el mejor político que ha habido en Andalucía. Las circunstancias se han desencadenado así, y por responsabilidad lo he asumido, pero mi gran ilusión es ser alcalde de Sevilla.
No quiero alarmar, pero el estado financiero de la Junta es grave
P. ¿Con eso dice usted que no quiere ser candidato a la Junta y que su mandato es transitorio?
R. Soy alcalde de Sevilla, y me gustaría volver a ser candidato a la alcaldía de Sevilla.
P. ¿Y si hay un adelanto electoral y les coge sin candidato?
R. No pasaría absolutamente nada. El PP tiene la suficiente estructura y a varias personas que serían capaces de asumir lo que se les pidiera con una garantía magnífica. Si Griñán convoca antes, estamos preparados.
P. ¿Podrá con la alcaldía y el liderazgo del PP?
R. Es curioso, al final tengo que estar siempre demostrando que dispongo de fuerzas para poder seguir adelante con los retos que uno se marca. Cuando en 2007 gané en Sevilla, un pacto de PSOE e IU también nos dejó en la oposición. Dijeron: “Zoido abandonará”. Pero Zoido siguió trabajando para Sevilla y al final fue alcalde. Y ahora seguiré trabajando mañana, tarde y noche.
P. Su partido necesita un referente para hacerle la réplica a Griñán. ¿Es un inconveniente que su número dos, José Luis Sanz, no esté en el Parlamento?
No voy a estar todo el día hablando del caso de los ERE ni tampoco el PP
R. José Luis es un político magnífico que ha demostrado que sabe trabajar para el partido, pero también que sabe gobernar [alcalde de Tomares (Sevilla)]. Por eso, en él hay una clara referencia para ocupar el puesto de secretario general, y aunque no esté en el Parlamento, sin duda será una referencia.
P. Hay quien dice que en el hipotético caso de que llegara a ser candidato a la Junta, nunca le votarían en Málaga.
R. Al final los ciudadanos, sean de la provincia que sean, tendrán que optar por la mejor opción posible.
P. Pero conoce el rechazo que provoca en Málaga su identificación con Sevilla.
R. Soy tremendamente respetuoso con todos los andaluces, vivan donde vivan, pero no puedo ocultar mi pasión por Sevilla, y no lo voy a ocultar, que se sepa. Yo soy así. A los sevillanos, además, no les gusta montar polémicas con nadie. Sevilla es muy cosmopolita.
P. La salida de Arenas ha sido muy precipitada. ¿Se ha cerrado el congreso del relevo en falso?
R. Hemos sabido hacer el cambio de una manera ejemplar. Arenas nos ha dejado un partido ganador, dinámico, con musculatura y renovado. Por tanto, el partido ha sabido responder a la necesidad de sustituir al que siempre será nuestro mejor presidente.
Donde haya un problema, una tragedia, allí estaré porque soy así
P. Usted ha dejado un reguero de gestos en los preliminares del congreso para que se viera que no está tutelado por Arenas.
R. He tenido un respaldo muy importante de la dirección nacional. Pero si alguien piensa que yo voy a prescindir de la opinión, de los consejos y, sobre todo, de las sugerencias que me pueda hacer Arenas, se equivoca. Es un político de raza y amigo en lo personal. Seguiré contando con su experiencia y opiniones.
P. Una cosa son las opiniones y otra las decisiones.
R. No me caracterizo por decir aquello que conviene, sino por decir la verdad. Y es verdad que hay que continuar la estela de Arenas, pero también es verdad que tendrán un poco mi impronta personal. La hoja de ruta la ha escrito muy bien Arenas. Y seguiremos por ese camino, al que le daré mi toque personal.
P. ¿Y cuál es ese toque?
R. Pues el que tengo yo de ser como soy, y de mis propias circunstancias.
Griñán debería ser valiente, decir la verdad y sacar lo que debe la Junta
P. De momento, a la hoja de ruta de Arenas le ha dado usted un vuelco y ha reducido el núcleo duro del partido en un tercio. ¿Tantos sobraban?
R. Es una manera de organizarse completamente distinta. Si se mira el gobierno municipal de Sevilla, que pasó de 21 delegaciones a siete, se puede comprobar que lleva mucho de eso. Una forma de trabajar que he compartido con José Luis Sanz a la hora de diseñar el equipo. Porque entre el presidente y el secretario general no solo tiene que haber una buena comunicación y sintonía, sino una unidad de criterio.
P. ¿Perjudicará la relación necesaria entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta el hecho de que sea usted el líder de la oposición andaluza?
R. No debería, y quiero pensar que no va a ser así. Cuando me entrevisté con el presidente Griñán el lunes pasado le recordé que debería reunirse con todo los alcaldes de capitales y ciudades importantes. Representamos a un gran número de andaluces. Tenemos problemas comunes. No es momento de confrontar los Ayuntamientos con la Junta, ni la Junta con el Gobierno de España. Y lamento que no estemos teniendo ningún tipo de ayuda de la Junta, y lo digo con tristeza. ¿Qué ha cambiado para financiar antes la final de Copa Davis a no tener ni la más mínima ayuda? Nos ha pasado también con la Bienal de Flamenco.
P. Usted conquistó la alcaldía de Sevilla con la vitola de hombre corriente, cercano, humilde… ¿Cree que eso funcionará en el ámbito autonómico?
R. No sé si se puede trasladar o no, pero quiero que sepan los andaluces que yo soy así, y que ya a mi edad no voy a cambiar. Por tanto, voy a dedicarme al partido para que pueda tener esa impronta, que le viene muy bien, en un momento en el que la sociedad nos tiene que ver como uno más.
P. Al ser elegido presidente del PP, dijo que recogería la basura en cada rincón de Andalucía “con sus propias manos”.
R. Igual que fui capaz de meterme en El Vacie [asentamiento chabolista de Sevilla], allí donde haya un problema, aunque sea un pueblo pequeño, allí estaré. Yo soy así. Donde haya una tragedia, una circunstancia que necesiten de mi presencia, allí estaré. Lo quiero trasladar al partido para que haga lo mismo: allí donde haya problemas, con responsabilidad, y nada de oportunismo político, allí estará el PP.
P. De la reunión con Griñán salió esperanzado, pero en el pleno del Parlamento del miércoles, dijo que todo había saltado por los aires.
R. Es que escuché expresiones y descalificaciones impropias. Que haya diferencias y discrepancias es normal, pero de ahí a las barbaridades. ¡No daba crédito! Este no es el espíritu y el contenido de la conversación que mantuve con Griñán, que no fue simplemente protocolaria.
En el Ejecutivo andaluz y el PSOE veo resentimiento hacia el Gobierno
P. Usted es parlamentario experimentado y conoce la dureza habitual de los debates.
R. Pero nunca habíamos estado en un momento dan delicado para que se diera ese espectáculo. Estamos ante una gran emergencia en lo social y económico, y por tanto, también en lo institucional. Ahora es cuando hay que demostrar la altura política.
P. El PSOE tiene una campaña contra los recortes de Rajoy.
R. ¿Es lógico con lo que estamos pasando? Y sobre todo, en la antesala de ir a visitar a Rajoy para buscar la mejor salida [Griñán se ve mañana en Moncloa con el presidente del Gobierno]. No hubiese hablado de los problemas económicos de la Junta si ellos no hablan de querer responsabilizar de todo absolutamente a Rajoy. Máxime cuando no hay ni una sola palabra de autocrítica, ni los recortes de Zapatero, ni los de la Junta. Insisto: en la calle la gente lo está pasado muy mal.
P. ¿Qué datos maneja para decir que la Junta tiene vencimientos sin atender y que la situación es muy grave?
R. Pues... (risas). No quiero alarmar a la sociedad, le dije al presidente que ha habido vencimientos que no se habían podido atender y otros que están a punto de producirse y me temo que pueda pasar lo mismo. Y por tanto, la situación es muy grave. El propio presidente Griñán lo dijo: si le cuesta trabajo al Estado obtener financiación con un precio razonable, a una autonomía aún más.
P. La Junta culpa a las dudas vertidas por Montoro sobre la solvencia andaluza de que los mercados cierren las puertas.
R. Todos sabemos que eso no es así. Griñán conoce mejor que nadie cómo están las cuentas de la Junta, y le corresponde determinar lo que hay que hacer. Y todo lo que sea beneficioso, el PP lo apoyará. No quiero insistir más, ni perjudicar la imagen de Andalucía, pero lo que sí es cierto es que las cuentas de la Junta son conocidas por los mercados y, precisamente por eso, al final tenemos las consecuencias que tenemos y se cierran las puertas. No se le quiera echar la culpa a una u otra persona. La responsabilidad es de quien ha administrado tanto tiempo la Junta.
P. ¿La Junta debe acudir al fondo de liquidez como Cataluña, Valencia y Murcia?
R. Es Griñán quien lo tiene que decidir. Yo lo único que le pido es que sea valiente, que diga la verdad, y que sepamos a qué atenernos. Necesitamos pagar a los proveedores, es lo fundamental para empezar a crecer, generar confianza y empleo. Debe de aflorar todo lo que se debe. Hay varias salidas. Puede colocar deuda pública o acudir al fondo de liquidez.
P. Pero sabiendo lo que dice que sabe, ¿usted qué haría?
R. Me faltan datos.
P. Ha presentado un plan de ahorro de en torno a 1.000 millones en la Administración.
R. La Junta es presa del hecho de que el mismo partido lleva mucho tiempo en el poder, y eso le ha encorsetado. Y hay una estructura política que hay que adelgazar de una manera tremenda. Si a ello le unimos el sector público empresarial, 370 órganos, pues la verdad que se puede hacer un gran ahorro.
P. Si sobran empresas públicas, sobran sus trabajadores. Eso es gente en la calle.
R. Bien, pero el mercado está abierto, y esa función que desarrollan las empresas públicas la podrían hacer empresas privadas y ahí estar trabajando otras personas. Se trata de dinamizar el sector empresarial y que haya oportunidades. No soy partidario de que el empleo público se consiga gracias a colocar personas sin tener que superar ningún tipo de prueba. Hay que huir de ese sistema de selección y racionalizar lo público. Disminuyendo el sector público, habrá mayor competencia y actividad y empresas que busquen una fuente de oportunidades.
P. ¿Apoyará el pacto en defensa de Andalucía y la autonomía?
R. El Estado autonómico está suficientemente consolidado y no sé a qué viene ese alegato, sobre todo la obsesión por estar hablando de Estados Unidos y Alemania, y que son los más ricos y son federales. Y entonces, que España debería ser federal. En estos momentos no tenemos que discutir el modelo de Estado, sino ponernos a remar en la misma dirección para salir de la crisis. Abrir esa discusión es eludir los problemas reales, y esa es la forma más evidente de alejarnos de los problemas que padecen los ciudadanos.
P. Pero hay una corriente en boga que apuesta por dejar solo dos autonomías y suprimir las demás porque es un despilfarro.
R. Yo eso no lo veo. Lo que sí es verdad es que tenemos que racionalizar toda la Administración: Estado, autonomías, Ayuntamientos y Diputaciones. El Ayuntamiento de Sevilla lo ha hecho, estoy liquidando las fundaciones, y las estructuras paralelas políticas.
P. ¿Cree que estamos en el remedo del enfrentamiento entre Junta y Estado de la etapa de Aznar?
Jamás había pensado sustituir a Arenas, el mejor político andaluz
R. Veo mucha demagogia, resentimiento e irresponsabilidad. Salí del debate del miércoles triste. Me preocupa que podamos coger ese derrotero en Andalucía y que perdamos el tiempo. El Estado somos todos y la confianza la tenemos que generar todos: si un municipio no cumple con su deber, no se resiente solo el municipio, sino el propio Estado.
P. Su partido dice que falta mucho por saber del caso de los ERE, ¿qué falta?
R. Lo desconozco, llevo en las responsabilidades regionales poco tiempo. Aunque, por lo que hemos venido conociendo, se ve un gravísimo descontrol en la Junta, en su sistema de adjudicación, seguimiento y devolución. Se puede cometer un error, ¡pero tantos! Que no se corrija, que se conviva con el error, eso es un escándalo sin precedentes. Máxime si ha sido mucho el dinero que se ha despilfarrado, la mayoría de los beneficiados son próximos al PSOE y, además, no se ha conseguido el objetivo de preservar el empleo. Un asunto desgraciado y turbio para Andalucía.
P. No habló de los ERE el miércoles en el Parlamento. Creo que se trata de la primera vez que en un debate tan bronco no sale el tema a relucir.
Los mercados conocen las cuentas andaluzas y por eso se cierran puertas
R. ¿Y yo que iba a aportar? No voy a incurrir en lo que estoy criticando al PSOE. Es la hora de hablar de soluciones, ya hay una comisión parlamentaria investigando, y ahí se dirá lo que sea. No voy a estar hablando todo el día del caso de los ERE ni quiero que el PP esté todo el día con eso.
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