La triunfadora de Eurovisión estará en el Circuit Festival

Cuando en 1974 Waterloo se llevó el premio a la mejor canción en Eurovisión, Abba no solo compró un billete para el olimpo del universo musical, no. También logró un puesto en la vitrina de iconos que la comunidad gay decidió hacer suyos, como Diana Ross y Cher, por contar algunos. Hacía cinco años que los homosexuales de Nueva York se habían tirado a la calle para reivindicar su opción sexual. Esta lucha (como la fiesta) siempre ha necesitado de una banda sonora. Y el festival paneuropeo ha sido prolijo en el entronamiento de himnos.

Por eso no es de extrañar que Loreen, la última triunfadora de Eurovisión, haya devenido rápidamente icono homosexual. La exótica cantante sueca, con ascendencia marroquí, actuará el 7 de agosto en la fiesta central del Circuit Festival, el evento de ocio gay más grande de Europa y que atraerá a 70.000 personas a Barcelona entre el 2 y el 12 del próximo mes. La celebrada intérprete de Euphoria cerrará la fiesta del Water Park en la Isla Fantasía de Vilassar de Mar (Maresme).

La presentación de Loreen, más sobria y conceptual que la de Dana Internacional (el transexual israelí que se llevó el gran micrófono en 1998) y lejos de la voluptuosidad propia de las gogós de Matinée Group, no parece, en principio, lo más consecuente con lo que miles de hombres en bañador tienen en la cabeza como música de fiesta. El encaje del bolo de la intérprete a las exigencias singulares de un parque acuático será la sorpresa. Por lo pronto, las listas de la radiofórmula apoyan la popularidad de la artista. Euphoria ha sido número uno en Suiza, Alemania, Austria, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Reino Unido, Bélgica y, recientemente, España.