Las fuerzas de seguridad se rebelan contra los recortes
Los manifestantes rechazan la bajada de sueldos y el cambio de condiciones laborales Los agentes entran en varios edificios oficiales y tiran petardos
Los responsables de mantener la seguridad entraron este lunes en edificios públicos accionando sierras eléctricas, gritando y tirando petardos dentro. Esta es la imagen que han propiciado los últimos recortes del decretazo. Cerca de 1.500 policías, bomberos, guardias civiles y brigadas de emergencia se manifestaron ayer por la mañana en Valencia contra la “degeneración” de los servicios de seguridad pública. Bajo el lema Tu seguridad en peligro, la bajada salarial fue su reivindicación principal, aunque a ella sumaron un sinfín de reclamaciones relativas a sus derechos laborales o las condiciones en las que trabajan.
Los protagonistas de la manifestación fueron los bomberos, que animaron la marcha y acapararon la atención de los paseantes. Desde las 11 de la mañana, la marcha recorrió el centro de Valencia con música de charanga y terminó frente a la Delegación del Gobierno, donde los manifestantes guardaron un minuto de silencio por los compañeros fallecidos en acto de servicio. Como suele ser habitual, la manifestación hizo estación de penitencia frente a la casa de la alcaldesa, Rita Barberá, donde los manifestantes aplaudieron a los agentes de la unidad antidisturbios que se encontraban custodiando el edificio.
Los sindicatos participantes planean llevar su protesta a Madrid
“Iremos con toda la tranquilidad que seamos capaces porque la gente está muy alterada”, decía Jesús Santos, portavoz del sindicato de policías locales y bomberos de Valencia, durante la rueda de prensa en la que presentaron la manifestación. Una pancarta portada ayer por bomberos uniformados era la imagen más evidente: “Cuando la injusticia se vuelve ley, la rebelión se vuelve deber”.
Al más puro estilo 15-M, los bomberos ocuparon sucursales bancarias gritando “chorizos” y haciendo sonar bocinas, silbatos y hasta un bombo. Pero no solo se quejaron en los bancos. Cerca de 60 personas entraron hasta el patio interior de la Consejería de Economía, en la calle de Colón, donde hicieron sonar las sierras eléctricas, tiraron petardos y gritaron lemas como “menos asesores, más funcionarios”. Momentos después, entraban en la Tesorería General de la Seguridad Social, donde los trabajadores les aplaudían. Tras unos minutos de ocupación, desalojaban pacíficamente los edificios y dos subinspectores de policía nacional, en servicio, entraban para comprobar que no hubiera ningún desperfecto.
Preguntados por su opinión sobre la manifestación, un policía local que custodiaba la puerta del Ayuntamiento decía que lo que más le molesta es la bajada de sueldo. Pero si se mira más allá de la superficie, se puede ver que los policías no solo se manifiestan por los recortes de salario. En las manifestaciones de los últimos días, algunos agentes cuentan que sus condiciones de trabajo son precarias.
El envejecimiento de la plantilla, cuya media de edad supera ya los 40 años, y la falta de efectivos, que según los sindicatos es ya de 500 vacantes entre policía local y bomberos en Valencia, son parte del problema. Las instalaciones en malas condiciones, el material anticuado y los recortes en personal, hacen que la atención al ciudadano sea cada vez menos adecuada. “Hay material obsoleto y falta de material y nosotros reivindicamos nuestra seguridad a la hora de asistir a un servicio”, explicaba un portavoz de bomberos, que denunciaba que la necesidad de refuerzos de personal de otros parques retrasa la intervención para apagar un incendio o socorrer a las víctimas.
"Se gastan mucho en política y poco en seguridad”, se quejan los bomberos
Por eso, este lunes por la mañana, frente al Ayuntamiento, los bomberos solicitaron la dimisión del concejal de Seguridad Miquel Domínguez, y del jefe de servicio a los que acusan de mala gestión durante años. “Están quitando personal operativo de las unidades de extinción para pasarlos a servicios administrativos. Se gastan mucho en política y poco en seguridad”, concluía.
Los guardias civiles, vestidos de paisano, tenían además otras reivindicaciones. “Solo podemos manifestarnos en condición de ciudadanos. Tenemos total e injustamente prohibido el derecho de manifestación”, explicaba Pedro José Díaz, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. “En el anterior Gobierno habíamos empezado una lucha y habíamos conseguido cosas y hasta la fecha este Gobierno en siete meses ha podido con todo”, añadía.
“Políticos, cuatro sueldos. Españoles, medio”, rezaba una pancarta en la que algunos agentes de policía apuntaban parte de la solución. Esta es la primera manifestación del sector de la seguridad pública al completo. Los sindicatos participantes se plantean ir a Madrid, donde todos tienen representación, para continuar allí sus protestas. “Que les quede claro, no lo vamos a poner fácil. Viva el pueblo, viva los españoles y viva España”, decía Jesús Santos como colofón del manifiesto.
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