El PP apela a la “autonomía municipal” y no parará subidas de sueldo de alcaldes

Las subidas salariales que se otorgaron una veintena de alcaldes “no son decisiones acordes con la realidad”. El PP de Galicia, al que representan estos regidores, “no comparte”, dijo ayer su portavoz parlamentario, Pedro Puy, que hayan incrementado sus propias retribuciones en plena ola de recortes. Alguno, como el regidor de San Cristobal de Cea, José Luis Valladares, engordó su sueldo hasta el 71%. Pese a no la subida de salarios, la dirección del PP no adoptará medidas para revertir la situación y hacer cumplir a los regidores el programa marco del partido que en vísperas de las municipales presentó Puy, junto al secretario general, Alfonso Rueda.

Preguntado por este diario, un portavoz oficial del PP gallego apeló ayer a “la autonomía municipal” para no hacer rectificar a los alcaldes que contradicen el discurso oficial. La misma fuente recordó ayer que la Xunta inició hace meses negociaciones hace meses con la Federación Galega de Municipios e Provincias para regular, por ley, los sueldos públicos de políticos en ayuntamientos y diputaciones, en función del presupuesto y el censo. Pero el proceso se paralizó al anunciar el Gobierno de Rajoy su intención de impulsar una norma similar.

Así que los regidores del PP seguirán percibiendo sus sueldos engordados aunque “no cuenten con el aval de su partido y su presidente”. En su comparecencia, Puy subrayó que la “línea oficial, la que adoptó el grupo parlamentario, la Xunta y el Gobierno de Mariano Rajoy”, es la de contener las retribuciones de los cargos públicos, la austeridad. Aunque Puy dijo desconocer estos episodios concretos, se mostró en contra de dichas subidas salariales “salvo que estén extremadamente justificadas”. También ayer, la Xunta anunció un cambio legal para que los futuros expresidentes no cobren la pensión del Gobierno gallego si disponen de otra remuneración.

Mientras admite que no hará nada para forzar a sus alcaldes a cumplir su programa electoral de las municipales y la palabra de su propio presidente de reducir los sueldos de los alcaldes, el PP se ha embarcado en un nuevo anuncio también vinculado a la austeridad: el de suprimir una quinta parte de los diputados del Parlamento gallego. Lo que avanzó el propio Feijóo el domingo en una entrevista en La Voz de Galicia fue su idea de “proponer” a PSOE y BNG una rebaja de un 21% en las subvenciones que reciben los partidos y dejar la Cámara “en el entorno” de 60 diputados, frente a los 75 actuales. Eso remarcó ayer el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, cuando aseguró: “En estos momentos el PP lo único que tiene decidido es mandar la propuesta a la oposición y en virtud de la respuesta que se obtenga veremos cual es la opción por la que opta el Partido Popular. No le puedo anticipar en función de la respuesta que tengamos cual va a ser la respuesta”. En realidad, la respuesta de socialistas y nacionalistas ya estaban claras ayer porque el domingo ambos partidos aseguraron que Galicia no está ni para “cortinas de humo” ni para “reducir el pluralismo” del Parlamento.

El BNG acusa a Feijóo de preparar un pucherazo electoral con el anncio de la reducción de escaños

Puy, quien dijo desconocer qué organo del PP va a remitir la propuesta a los grupos parlamentarios de PSdeG y BNG —dando a entender que no será él como presidente del suyo quien la envíe— descartó que la reducción de escaños representatividad a la institución y aunque evitó responder directamente a la pregunta sobre si cree que sobran diputados, aseguró que si finalmente se reducen, los parlamentarios “tendrán que trabajar más”, como, insistió, ya sucede en la Administración y en la sociedad.

Tampoco el entorno de Feijóo quiso darse por enterado del rechazo de los grupos de la oposición a su propuesta que será remitida a socialistas y nacionalistas por escrito en los próximos días. Un portavoz del presidente evitó aclarar si el PP llevará a cabo la reforma en solitario de la Cámara, algo que podría hacer con el voto de sus 38 diputados. Ayer el BNG, por boca de su portavoz nacional, Guillerme Vázquez, acusó al presidente de urdir “un pucherazo electoral” para facilitar una mayoría absoluta del PP con menos votos. Desde el PSOE, la secretaria de Política Institucional, Laura Seara, descartó alimentar “cortinas de humo”.