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REGGAE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Por fin, una fiesta

Habrá que revisar la documentación oficial. Recurrir a las radiografías de huesos. Movilizar a los funcionarios de Interior. Es imposible que ese hombre embutido en un traje rosa con brillantes haya cumplido 64 años esta primavera. ¿Cómo explicar esos giros de peonza, los centrifugados de cadera, los brincos robóticos? Jimmy Cliff desafía las leyes de la física, la biología y la lógica: arranca desgañitándose con aquello de “Puedes conseguirlo si realmente quieres” y durante 110 minutos nos hace creer que sí, que el mundo es un hábitat inteligente, palpitante y divertido. Y que se jodan los mediocres, tengan o no escaño parlamentario.

Habrá quien recele de un sexagenario que, tras largo tiempo de ausencia, reaparece con un disco titulado Rebirth (Renacimiento). La misma prensa británica husmeó en busca del inconfundible aroma a naftalina, pero solo encontró lo mismo que nosotros, anoche, en el Circo Price: sudor a chorros, músculo puro, un incontenible torrente sanguíneo. Nueve músicos de riguroso naranja suministran esa medicina que es el reggae (y el ska, su hermano mayor) para que la fiesta no decaiga: inyecciones jamaicanas de vida y liberación. Y árnica para tanto opulento que nos tiene hasta el moño: Planet Earth clama contra la barbarie medioambiental, Afghanistan denuncia los últimos dislates bélicos y World upside down tiende la mano a movimiento Occupy.

El incombustible Jimmy dejó para casi el final la deliciosa Wonderful world, beautiful people, con la que copaba las listas de éxitos cuando el mundo aún no había oído hablar de aquel tal Marley. Pero antes habían desfilado otras piezas enormes: Many rivers to cross, I can see clearly now, incluso la liviana Reggae night. Los 700 asistentes tomaron la pista, botaron, intercambiaron abrazos, efluvios y guasaps. Y, por fin, los Veranos fueron una fiesta. Indisimulada. Desinhibida. Reparadora.

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