Vuelta al mundo en un zapateado
Javier Latorre, Pastora Galván y Rafaela Carrasco imparten los cursos de baile del Festival de la Guitarra de Córdoba
Sabrina Leguen ha viajado miles de kilómetros para bailar flamenco en Córdoba. Esta bretona de pelo rubio y ojos azules, que habla con un perfecto castellano que apenas destila un tímido acento francés, ama la danza española. “Tengo mi propia compañía profesional en Francia, donde existe muchísima afición a este arte”. Un baile que está íntimamente ligado a los instrumentos que le visten de ritmo y sonido, como la caja flamenca o la guitarra. Por eso, el Festival de la Guitarra de Córdoba organiza entre sus cursos especializados, que cada año atraen a decenas de alumnos, clases de baile flamenco. Unos cursos de los que Sabrina es alumna que han tenido este jueves de maestra a la bailaora Rafaela Carrasco.
“Estamos desarrollando un nivel medio bastante bueno en general en este curso”, destaca Carrasco, “aunque alguna alumna puede estar un poquito más atrasadita”. La bailaora, que imparte Técnica y coreografía de la seguiriya, agradece la presencia de alumnado español. “Últimamente es bastante difícil encontrarles, los cursos suelen llenarse con gente de fuera y la verdad es que ha sido una alegría poder ver gente de aquí que está trabajando y tiene muy buen nivel”.
La clase de Carrasco es la tercera dedicada al baile que oferta el festival en esta edición. Los alumnos ya han podido conocer la fusión del mundo clásico con los palos tradicionales de la mano de Javier Latorre y su ciclo Bach en el baile flamenco; además del arte de Pastora Galván con su curso El baile por tangos y bulerías.
Sabrina ha pasado por los tres y ha encontrado un nivel muy alto que le ha sorprendido. “Ha sido muy interesante el poder coger estilos absolutamente distintos en cada uno de los talleres. La cercanía al ballet de Javier Latorre me ha sorprendido porque nunca lo había visto”, comenta. “Con Pastora nos introdujimos en el mundo de los tangos, con mucho cuerpo y con mucho aire”, dice mientras parece que sus brazos estén a punto de arrancarse a bailar por su cuenta.
Francia se ha convertido en uno de los trampolines naturales desde donde el flamenco se ha hecho, definitivamente, universal. Sabrina lo sabe y destaca el festival del parque de la Villete, que en abril contó con la participación de la propia Pastora Galván, la bailaora granadina La Moneta, José Maya, o los miembros de la familia Farruco, entre otros. “Nos gusta mucho el flamenco en Francia”, zanja de manera sintética, antes de recoger sus bártulos y dirigirse al vestuario.
En Francia el flamenco ya no es una moda porque llegó para quedarse pero, ¿y en España? “Sigue existiendo pasión por el baile, las clases siguen estando llenas y en cualquier lugar donde exista un festival medianamente bien organizado, es lo que más tira de la gente”, subraya Rafaela Carrasco. “Evidentemente hay mucha gente que todavía baila flamenco en nuestro país con muy buen nivel, sobre todo de técnica”, matiza. En los cursos que imparte, Carrasco está corroborando estas impresiones: se sigue bailando flamenco en España, “pero es cierto”, reconoce, “que las clases se llenan más con estudiantes de fuera. Tal vez por la parte económica, viendo cómo está la situación, nos cuesta un poquito más apuntarnos a los cursos”.
Los cursos del Festival de la Guitarra suelen integrar entre su cuerpo docente a artistas que, o bien actúan sobre el escenario en la presente edición o lo han hecho otros años. En 2012, se ha contado con una nómina de profesores integrada por figuras de la talla de Manuel Barrueco, Dúo Assad, Ricardo Gallén, Eliot Fisk, Egberto Gismonti, Manolo Sanlúcar, José Antonio Rodríguez, Miguel Ángel Cortés, Javier Latorre, Rafaela Carrasco, Pastora Galván, Manuel Moreno Maya, El Pele, John Scofield, Charlie Hunter, Jimmy Haslip, Robben Ford o Ariel Rot.
En total hay 14 cursos y tres clases magistrales programadas. A excepción de las clases de baile, que se imparten en el teatro de La Axerquía, todos se celebran en el Palacio de Congresos de Córdoba, junto a la Mezquita, de 10 de la mañana a dos de la tarde. En el caso del cantante y compositor de rock argentino Ariel Rot —cuya clase de guitarra eléctrica y canción terminó el 5 de julio— los alumnos participantes se encontraron “con herramientas, con conceptos estéticos y filosóficos sobre cómo desarrollar una canción, ya sea desde la composición o desde el arreglo”.
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