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Un jarrón chino, una tele y un ‘montull’

La policía incluye en el inventario de bienes de los saqueadores del Palau cuadros pintados por la hija de Jordi Montull y por la esposa de Fèlix Millet

Jesús García Bueno
Félix Millet, a la derecha, y Jordi Montull, a su lado, junto a sus abogados. A la izquierda, Gemma Montull.
Félix Millet, a la derecha, y Jordi Montull, a su lado, junto a sus abogados. A la izquierda, Gemma Montull.TEJEDERAS

Jordi Montull ha permanecido siempre a la sombra (y al servicio) de Fèlix Millet. El registro de sus viviendas, dirigido el lunes por el juez que investiga el caso Palau, ha evidenciado una vez más quién se llevaba el trozo grande del pastel y quién se quedaba con las migajas. Montull guardaba en su casa de Teià (Barcelona) unos 10.000 euros en efectivo; Millet, una cantidad cuatro veces superior en su finca de L’Ametlla del Vallès (Barcelona), y en billetes de 500 euros. La proporción es similar al reparto de beneficios en el saqueo (confesado) de la entidad cultural, cifrado en 30 millones.

La colección de obras de arte de uno y otro subraya aún más esa distancia entre el protagonista y el actor secundario: el juez decretó el embargo de unas 20 pinturas propiedad de Montull y su familia con un valor muy escaso; entre ellas apenas destaca una de tantas litografías de Dalí, con un precio en el mercado de unos 500 euros. Millet, en cambio, llegó a acumular en sus propiedades medio centenar de obras —algunas, ciertamente, de su adinerada esposa, Marta Vallès— de algunos de los exponentes del modernismo y el noucentisme, como los pintores Casas, Mir, Urgell y Llimona, y los escultores Clarà y Rebull.

El amor por la pintura, que no puede medirse, sí se ha contagiado por igual a las dos familias. En el caso de Millet, en la figura de su esposa, autora de algunos de los cuadros que cuelgan —o colgaban, hasta el lunes— en las paredes de la inmensa finca familiar. La inspiración artística de los Montull la ha heredado la hija, Gemma. La exdirectora financiera del Palau de la Música, también imputada en la causa, ha decorado la casa familiar con algunos lienzos que han salido de su mano.

Lo curioso del caso es que los cuadros pintados por Marta Vallès y por Gemma Montull figuran en el inventario del registro de obras de arte, junto a las de Ramon Casas y Joaquim Mir. Técnicos del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) se encargaron de fotografiar, inventariar y manipular las obras halladas en la casa de L’Ametlla, que fueron trasladadas al museo. Ahora deberán tasar y valorar las obras, cuyo valor ayudará a Millet a cubrir, en caso de ser condenado, la responsabilidad civil y devolver el dinero defraudado.

La policía se incauta de un ordenador con cartas de Jordi Montull a su abogado

Las obras que no sean propiedad del expresidente del Palau serán devueltas, previsiblemente, a la casa familiar.

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El juez justificó la entrada y registro con la “posibilidad” de hallar los 18 millones del desfalco que aún no han sido localizados. Era, ciertamente, una hipótesis improbable. Y no solo porque hayan pasado tres años desde el registro del Palau y el inicio de la investigación. Josep Maria Pijuan, sin embargo, acertó de lleno al apuntar la posibilidad de que algunas obras de arte siguieran en casa de Millet.

Por ahora se desconoce con precisión qué pinturas y esculturas han quedado depositadas en el MNAC, y si estas coinciden con una relación de obras de arte cuyo rastro apareció en el registro del Palau, en 2009. Entonces, los investigadores hallaron un seguro a nombre de Millet con la compañía AXA por 2,5 millones que cubren los daños en 44 pinturas, esculturas y litografías.

A la casa de Montull, en Teià, no acudieron ni el juez ni los expertos del museo. Los agentes y el secretario judicial tomaron fotografías y registraron los objetos de valor. Además de una veintena de pinturas de escasa entidad, en el inventario se han incluido piezas de arte decorativo cuyo valor artístico es más que dudoso: un jarrón chino, dos candelabros de plata y un juego de café, también de plata. Todos esos bienes (y un televisor) han sido embargados.

Pero Montull no va a quedarse sin conocer a los técnicos del MNAC. En los próximos días, informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, también se desplazarán al domicilio de este para llevarse los objetos embargados y tasarlos en el museo. De esa forma, las pinturas de Gemma Montull podrían acabar reposando bajo el mismo techo que las obras cumbre del románico y el gótico catalán: un sueño para cualquier artista.

Jordi Pina, el abogado de Montull, lamentó que los investigadores se incautaran también de un ordenador personal en el que el imputado ha guardado cartas dirigidas a su letrado. Esas misivas, explicó Pina, están amparadas por el derecho de defensa y forman parte de la confidencialidad entre cliente y abogado, por lo que pedirá al juez que en ningún caso sean tenidas en cuenta. Los policías también se incautaron de diversa documentación de poco interés en casa de Montull; por ejemplo, el presupuesto de una pericial contable.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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