La capital vizcaína como modelo

El Guggenheim como la “punta del iceberg”, como elemento tractor, pero no como el único atractivo al que encomendar la actividad turística de Bilbao. Ese es el enfoque que la directora de Bilbao Turismo, Mercedes Rodríguez, quiere impregnar: “Hemos dado la vuelta a la ciudad en términos urbanísticos, económicos y medioambientales; hemos creado unos equipamientos culturales y de ocio de primer orden”.

Los datos del Eustat apuntan a que Bilbao, al contrario que San Sebastián, resiste en lo que al turismo se refiere, con cifras de visitantes entre enero y mayo de este año similares a las del mismo periodo de 2011. Unos datos a los que sin duda ha contribuido el turismo de congresos, ya que la ciudad ha acogido por primera vez el festival publicitario El Sol y ha sido la sede de tres grandes encuentros sanitarios a nivel internacional en la primera mitad del año.

Bilbao trabaja para atraer turistas de lejanos países como Brasil o Canadá

Bilbao se centra en cuidar los mercados que le nutren tradicionalmente de visitantes, como Madrid, Cataluña o Castilla y León. El visitante nacional sigue siendo mayoría, el 60%, pero el 40% restante proviene de mercados internacionales —principalmente Francia, Italia y Alemania— con los que la ciudad tiene algún tipo de vínculo, ya sea por conexiones aéreas o por vínculos comerciales.

Bilbao Turismo también trabaja para consolidar “mercados emergentes” como el ruso, en el que buscan turistas desde hace dos años, y el chino, después de la experiencia en Shangai. Ahora, la búsqueda de nuevos nichos de visitantes se aleja más aún de Europa, con la lupa puesta en países como Brasil o Canadá.

Rodríguez resalta que, para atraer nuevos turistas del mercado internacional están siendo útiles las alianzas que Bilbao ha firmado con otras marcas turísticas, con acuerdos con Barcelona o Biarritz, que permiten “comparanos con destinos turísticos consolidados en el conjunto de Europa”.

Todo ello, con un presupuesto de 1,6 millones de euros destinados a la promoción de la actividad turística en el presupuesto municipal —exceptuando los gastos de personal—. El turismo supone un 5,5% del Producto Interior Bruto de la capital vizcaína.