Arreglos de una guitarra sola

Su guitarra tiene nombre de hombre valioso: José Ramírez. Pero cuando la toca… Cuando la toca ella se contonea con elegancia, se olvida de aquellos complejos que tuvo de pequeña, de los flamencos que la acapararon y de esas manos que la fabricaron a precio de oro y le pusieron nombre. Ella se pone clásica, se hace grande y se deja ir. Puede interpretar a Bach (“quien sublimó la técnica hasta hacerla imperceptible”) o acompañar a Montserrat Caballé y dejar sonar un repertorio del Romanticismo español. Puede, incluso, como hará hoy en el Museo Nacional del Romanticismo (Calle San Mateo, 13), interpretar una pieza de Benjamin Bretten, acompañarse de una soprano (Teresa Barrientos) o de un guitarrista flamenco (José Luis Montón). Todo por realzarla, por devolver a ese antiguo instrumento de sugerentes curvas (y tantas veces en la historia defenestrado por los compositores) su poderío, su paciencia y su capacidad para sobrevivir en los rincones de cualquier casa (de ricos o pobres) para ser encontrada un día y rescatada del olvido. Así es como David González (Madrid, 1974) se mueve por el mundo con su guitarra, “que es como el Ferrari de las guitarras”, pero sin hacer ruid

Como tantos músicos clásicos, apenas es conocido, a pesar de haber ganado un Grammy Latino en 2007 al mejor disco de música clásica por su tercer trabajo con Caballé, La canción romántica española, en el que se encargó de los arreglos y de la elección del repertorio. También compartió escenario con Paco de Lucía en el festival de Los Divinos. Pero para que se entienda cómo vive la música de su guitarra González, basta saber que fue becado en dos de las escuelas más prestigiosas de Nueva York (Mannes College of Music y Manhattan School of Music), con el número uno en ambas, pero cuando quisieron racanearle la beca, cogió, se dio la vuelta y se volvió a Madrid. Para chulos, él (y su guitarra).

Después de 30 años dedicado a ella —empezó a tocarla a los cinco, a estudiarla a las ocho, se graduó en el Real Conservatorio de Madrid por libre y luego fue profesor allí— le parece un logro vivir de sus clases particulares, aparte de los conciertos que le van saliendo aquí y allá. El próximo día 11 de julio volverá a tocar en Madrid en la Sala Galileo.

Hace un par de años, “angustiado por la sensación de que la música parece que se la lleva el viento y nunca queda constancia de nada”, decidió grabar un disco (Bach Chaconne, donde se atreve a grabar un arreglo a solo para guitarra de la Chaconne del compositor alemán). Y después vino otro, Nocturna Op.70, donde sorprende con una interpretación de la que es por muchos considerada la principal obra escrita para guitarra clásica de la música contemporánea —solo existen tres o cuatro grabaciones de esa pieza en el mundo—. Hoy, por tanto, estreno casi absoluto.

David González. Hoy en el Museo del Romanticismo. Calle San Mateo, 13. A las 20.00.