Las obras del verano en Barcelona afectarán a tres líneas de metro

La llegada del verano es sinónimo de obras en Barcelona. Las de este año —un total de 45— están casi todas relacionadas con mejoras en la movilidad de la ciudad. El grueso se lo lleva la adaptación de las calles para la puesta en marcha de la red ortogonal de autobuses en octubre. También habrá cortes en las líneas L-5, L-1 y L-2 del metro y entre las estaciones de Provença y Bonanova de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).

El servicio de la L-5 estará cortado entre las estaciones de Horta y Vall d’Hebron entre el 10 y el 19 de agosto. La suspensión en la L-1 —entre Santa Coloma y Fondo— y la L-2 —entre Artigues Sant Adrià y Badalona Pompeu Fabra— durará tres semanas de dicho mes. El calendario de los trabajos fue presentado ayer por el tercer teniente de alcalde, Antoni Vives (CiU) y el director de Infraestructuras, Manuel Valdés. En FGC, los trabajos de mediados de agosto causarán cierres en las paradas de Gràcia, Provença, Muntaner y Bonanova.

Las obras para las cuatro primeras líneas de la red ortogonal de buses obligarán al cambio de sentido de seis calles, como la de Nicaragua (del 9 al 15 de julio) y Equador (del 16 al 22), por ejemplo. Esto afectará a la circulación de las líneas 78, 43 y 30 de autobuses. Vives solo desgranó el coste de las obras de mejora en la señalización (un millón de euros), de pavimentación (2,5 millones) y de mejoras en el alcantarillado (200.000 euros).