Orgía de discos, libros y cafés

1. El rincón del tocadiscos. Cuando amanece el nuevo día lo que más me apetece es acercarme a esa zona de música de mi casa en la calle Libertad, poner un vinilo, escuchar algo de música clásica o bien de jazz (Billie Holliday, Sarah Vaughan...) mientras me hago el desayunito.

2. Killers y la Metralleta (Montera, 28 y Plaza de las Descalzas s/n). Una de las cosas que más me gusta es recorrer las tiendas de vinilos de Madrid. Este tipo de sitios, de espacios, que guardan toda esa mitología de las portadas y de ese fetichismo disparatado.

3. La Gran Vía. Sencillamente es un placer pasear esa especie de Nueva York madrileño, esa otra Quinta Avenida maravillosa.

4. Chicote. Es un lugar en el que yo he invertido muchas horas de mi vida. Ahora tiene distintas utilidades, pero el que he conocido yo, el de las cinco de la tarde, ese en el que escribíamos los guiones de Viaje con nosotros con la gente de Lo que yo te diga. Allí me inspiraba. A veces coincidíamos con una peña taurina, Chicote con sus cócteles, esos camareros que empezaron de limpiabotas y que contaban anécdotas de Ava Gardner, Frank Sinatra, Luis Buñuel... Es un sitio mágico, muy treintas. Te sientes como en una película de gánsters.

5. La casa de las siete chimeneas. Ese espacio que circunda el Ministerio de Cultura. Donde estaba el antiguo Circo Price, que no conocí, aunque ahora voy a actuar en el nuevo. Es un bonito edificio del siglo XVI y la Plaza del Rey, un lugar para sentarse, charlar...

6. El Cine Doré. Como me interesa mucho a veces también el tema arquitectónico, si tengo que elegir un cine, elegiría ese, la sede de la filmoteca. Un edificio de 1912 o así que me recuerda a un cine muy oriental, como si estuviese uno en Estambul o en Marrakech. He visto ahí muchas películas y, después, siempre me ha encantado perderme por el pasaje contiguo.

7. La librería Gulliver (León, 32). La calle León es una de mis preferidas. Disfruto entrando en esta librería, donde encuentro cosas de novela negra y de la Generación del 27, que incrementó mi afición por los libros. Y, a continuación, es fácil que acabe en alguno de esos cafés o en la Cuesta de Moyano, donde ese amor que siento por la literatura se magnifica.

8. Teatro Español. Recientemente estuve viendo el espectáculo Follies. Es uno de mis teatros preferidos, aunque este mismo año tuve la oportunidad de descubrir el Teatro Bellas Artes, con la función Carcajada salvaje, que hice con Charo López, y quedé fascinado por su buena sonoridad. Y, además, está al lado de El Círculo de Bellas Artes, otro de mis sitios, donde puedo pasar horas tomándome un café, pensar, leer, ver gente, ver la vida pasar...

9. La Riviera. Es una de mis salas predilectas para ver conciertos.

10. Restaurante Extremadura (Libertad, 13). Como ahí a menudo por cercanía y por el placer de degustar esa cocina tan auténtica. El plato estrella son los bocaditos de calabacín con jamón ibérico y salmorejo. Y luego son deliciosos los licores, hasta para un tipo casi abstemio como yo, para completar esta orgía de discos, libros y cafés.