Botella promete un polideportivo que aún desconoce si se podrá construir
Urbanismo triplica la superficie de la instalación de la calle Alcántara para hacerla más atractiva Hacienda estudia ahora si es viable, puesto que deberá levantarla una empresa privada
El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado esta mañana el plan urbanístico que permitirá en el futuro construir un polideportivo de 5.800 metros cuadrados, un parque y un aparcamiento subterráneo de cuatro plantas en la calle Alcántara (distrito de Salamanca). Este proyecto, paralizado desde hace siete años por falta de dinero, cobra así nuevo impulso al aumentar el Ayuntamiento un 320% la superficie de la instalación deportiva. Eso debería hacer más atractiva su construcción para un operador privado, que deberá sufragarla a cambio de la gestión. Sin embargo, el Gobierno municipal (Partido Popular) aún no ha realizado el estudio de viabilidad económica del proyecto. Una vez concluido, de ser posible, se licitará el contrato.
La parcela en cuestión, de 3.735 metros cuadrados de superficie, está situada entre la calle Alcántara, a la altura del 24 y 26, y las calles Don Ramón de la Cruz, Montesa y Ayala. Hasta 2003, albergaba un edificio de cinco plantas con cocheras y oficinas de la Empresa Municipal de Transporte (EMT).
El Plan General de Ordenación Urbana de 1997 dividió la antigua parcela de la EMT, de 12.460 metros cuadrados edificados, en tres fincas independientes: en una de ellas se construyó en 2005 un bloque de viviendas de siete plantas. El Ayuntamiento obtuvo 25,2 millones de euros de su venta.
Las otras dos, de 1.110 metros cuadrados de superficie para zonas verdes y 2.625 metros para usos deportivos, quedaron en el limbo, pese a la promesa que hizo en 2005 el anterior alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, de construir allí una instalación deportiva. En la actualidad, se emplean provisionalmente como aparcamiento en superficie, con 150 plazas para residentes.
El proyecto ganador del concurso de ideas convocado en 2004 por la Junta de distrito, del arquitecto Javier Fuster, fue aprobado definitivamente en 2009, pero su elevado coste, 16,6 millones de euros, lo convirtió en inviable. Así, la Junta de distrito solicitó hace un año al área de Gobierno de Urbanismo que diseñara un plan especial con mayor edificabilidad, o que incluyera otros usos para sufragar la operación. Este es el sistema empleado, por ejemplo, en el caso del polideportivo previsto en la plaza de la Cebada, cuya construcción será abonada por la empresa que obtenga la licitación del centro comercial y el aparcamiento adyacentes.
Urbanismo ha multiplicado la superficie edificable de la parcela, de 1.807 a 5.800 metros cuadrados, posibilitando así que, en lugar de una instalación deportiva modesta, se pueda construir un polideportivo. Éste podrá acoger una piscina cubierta de 25 metros y otra de aprendizaje, dos salas de actividad física de 200 metros cuadrados, y otra de musculación de 400 metros cuadrados. Junto al edificio, se levantará un parque de 1.110 metros cuadrados; y bajo este conjunto, se construirá un aparcamiento para residentes con hasta 450 plazas en cuatro plantas, de las que alrededor de 60 se reservarán para los usuarios de la instalación deportiva.
El polideportivo podrá contar con usos complementarios vinculados a la dotación, es decir, una cafetería, una tienda de material deportivo, etcétera, hasta un máximo del 25% de la superficie edificada. El Ayuntamiento, que carece de presupuesto para levantar el edificio o escavar el aparcamiento, optará por una concesión administrativa, es decir, por encargar las obras a una empresa a cambio de la gestión durante un generoso periodo de tiempo. Eso sí el área de Gobierno de Hacienda, que ha mantenido varias reuniones con Urbanismo, la Junta de distrito y Madrid Movilidad, está estudiando aún la viabilidad económica del proyecto.
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