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Celia Amorós y Amelia Valcárcel amadrinan un nuevo foro feminista

Cultura per la Igualtat denuncia la reducción del Institut Valencià de la Dona a una dirección general de familia y mujer

Valencia -
Carmen Alborch, Celia Amorós y Amelia Valcárcel, en el Col.legi Rector Peset de Valencia.
Carmen Alborch, Celia Amorós y Amelia Valcárcel, en el Col.legi Rector Peset de Valencia.TANIA CASTRO

El movimiento feminista en España se ha nutrido de las aportaciones de mujeres como Celia Amorós y Amelia Valcárcel. Ambas catedráticas de Filosofía han contribuido a sentar las bases teóricas del feminismo y de la cultura de la igualdad durante varias décadas. Además de referentes, ambas son personas muy apreciadas, como se puso de manifiesto el martes en el Col·legi Rector Peset de Valencia. Mujeres de diversos colectivos llenaron la sala para escucharlas. Amorós y Valcárcel amadrinaron el segundo acto organizado por Cultura per la Igualtat: Cercle feminista.

Esta plataforma ciudadana denuncia “la situación política en la Comunidad Valenciana y el sectarismo” que han provocado, por ejemplo, la reducción del Institut Valencià de la Dona a una dirección general de familia y mujer, y que, en definitiva, han mermado la capacidad de influencia social y política de las mujeres, según comentó Carmen Alborch, senadora socialista y una de las promotoras de la iniciativa.

Celia Amorós (Valencia, 1944) habló de la cultura de la igualdad a partir de los referentes históricos de la antigua Grecia o de la revolución francesa. Subrayó la importancia de fomentar esa cultura de la igualdad en el campo del lenguaje, porque “aquello que no se nombra no existe”. Advirtió también de que está habiendo un retroceso en los comportamientos igualitarios, incluso ha detectado de nuevo un incremento en el uso distintivo del color rosa en la ropa para las niñas.

Amelia Valcárcel (Madrid, 1950), que definió a Amorós como su maestra, sostuvo que el PP ganó las elecciones “afirmando que iba a solucionar la situación económica”. “Y está claro”, añadió, “que no ha podido ni puede, y entonces ha decidido imponer un programa ideológico conservador, por el que no ganaron las elecciones, que pone en entredicho las libertades de las mujeres con la aplicación de los valores más conservadores, como la idea estática de la familia”. En su opinión hay un riesgo evidente de “involución” con el Gobierno conservador en un país en el que sus ciudadanos españoles son, no obstante, más plurales y se encuentran más próximos a los valores de la izquierda.

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