Rubalcaba acusa a Maru Menéndez de ‘filtradora’ y Gómez le exige disculpas
El secretario general del PSOE, en una conversación captada por las cámaras, acusa a la diputada madrileña de filtrar los debates internos y anuncia su salida de la ejecutiva socialista Tras una llamada de la aludida, el líder socialista da por bueno su desmentido
Las cámaras de televisión han sorprendido al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmando que tendrá que echar a quien haya desvelado los asuntos debatidos en reuniones internas de la dirección del partido y ha apuntado expresamente a la madrileña Maru Menéndez como "filtradora". El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, ha pedido que haya disculpas con Menéndez sí realmente se la ha señalado como la filtradora.
Horas más tarde, la propia Menéndez ha telefoneado a Rubalcaba para negar que ella haya filtrado el contenido de las reuniones de la Ejecutiva socialista, una afirmación que el líder del partido ha dicho creer, según informa Efe.
En el vídeo, emitido por Cuatro y Telecinco, se ve a Rubalcaba hablando con el secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, aludiendo a una información sobre una reunión de la Ejecutiva Federal y diciendo que tendrá que "echar al filtrador o filtradora, que "se sabe quien es". Según el líder del PSOE, la identidad del filtrador se ve en la propia información y desvela de quién cree que se trata. "Maru", responde a Madina.
La escena la han captado las cámaras al inicio de la reunión semanal del Grupo Socialista, a primera hora de este martes, de modo que la conversación debía de referirse a una información ya publicada, previsiblemente sobre la reunión de la Ejecutiva Federal del lunes.
Después, sin cámaras ya presentes, los diputados y senadores socialistas han celebrado una reunión también a puerta cerrada en la que se ha producido un intenso debate sobre la estrategia que debe seguir el partido, particularmente en la reforma financiera y el rescate de Bankia.
Algunos militantes del PSM ya han expresado su solidaridad, a través de sus cuentas de Twitter, con Maru Menéndez y con Tomás Gómez en sus peticiones de solicitar una comisión de investigación parlamentaria sobre Bankia.
Desencuentro olímpico
El relativo a Bankia no es el único debate que exhibe las diferencias entre el líder madrileño y Rubalcaba. Tomás Gómez ha vuelto a mostrar hoy su falta de feeling con la candidatura olímpica de Madrid 2020, a propósito de una proposición no de ley que UPyD ha presentado en la Asamblea de Madrid para instar al Ayuntamiento a retirarla. "Siempre he tenido muchas dudas con esta candidatura; primero, porque estas cosas cuestan mucho dinero y segundo porque no sabemos realmente el dinero que haría falta para inversiones en infraestructuras deportivas", ha declarado Gómez tras la Junta de Portavoces.
"Parece que hay dinero para lo que se quiere", ha ahondado el líder de los socialistas de la región, que no ha aclarado si su grupo votará a favor de la iniciativa de UPyD cuando se debata en el pleno. Sus palabras chocan frontalmente con el respaldo total de Jaime Lissavetzky al proyecto olímpico. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid siempre se ha destacado como un defensor acérrimo de la tercera candidatura de la capital —antes fueron los intentos de Madrid 2012 (ganó Londres) y Madrid 2016 (el premio olímpico fue para Río de Janeiro)— para albergar los Juegos. Así lo hizo durante su etapa en el Consejo Superior de Deportes como secretario de Estado para el Deporte.
Jaime Lissavetzky decidió respaldar el tercer intentó de Madrid por obtener la organización de unos Juegos Olímpicos tras consultar al respecto al entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), y al secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez. Ambos, junto al que en noviembre sería candidato de su partido a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, decidieron que se apoyara la candidatura de Madrid 2020. Ese respaldo fue clave para que el entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), siguiera adelante con sus planes.
Tanto Izquierda Unida como Unión Progreso y Democracia se opusieron, pero sólo suman 11 ediles frente a los 46 de PP y PSOE. Lissavetzky, que ya apoyó a Madrid 2012 y Madrid 2016 como secretario de Estado para el Deporte, viajó la semana pasada a Quebec (Canadá) para reforzar la candidatura ante el primer corte del Comité Olímpico Internacional, que Madrid superó por delante de Tokio y Estambul, las otras dos candidatas.
El pasado 12 de febrero el exalcalde de Parla ya mostró las dudas que le despertaba la candidatura:“No vamos a poner un obstáculo a lo que sea un proyecto bueno para Madrid, pero expresamos nuestras dudas. Con la forma en que apareció el eslogan de la candidatura, no sé si la señora Botella tiene un proyecto olímpico serio. Nos preocupa el coste económico que pueda tener”.
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