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Una parroquia de Tui se levanta contra el alcalde por “traición”

La culpa fue del conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, que la semana anterior destapó el pastel: el alcalde había estado engañando a los vecinos de Areas durante un año en relación con el citado acceso.

Zona por la que pasará el vial de acceso al polígono industrial
Zona por la que pasará el vial de acceso al polígono industrialLALO R. VILLAR

Un año después de haber batido un récord electoral para el PP en la parroquia de Areas, Moisés Ches Rodríguez, el alcalde de Tui, fue despedido con gritos de “¡Vendido, traidor, mentiroso!” por un centenar de vecinos de la misma parroquia en un pleno extraordinario, el pasado miércoles, en el que el regidor evitó argumentar su cambio de criterio sobre el acceso viario al polígono industrial emplazado en la citada parroquia. La culpa fue del conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, que la semana anterior destapó el pastel: el alcalde había estado engañando a los vecinos de Areas durante un año en relación con el citado acceso.

Ches Rodríguez, yerno del anterior regidor de Tui, Antonio Feliciano Fernández Rocha, se ganó la confianza de Areas (cerca de 800 habitantes) en las urnas, el 22 de mayo de 2011, con el compromiso de asumir sus criterios en relación con el vial de acceso al polígono industrial y que ya fueron plasmados en un proyecto que presentó Alberto Núñez Feijóo en 2004, cuando era conselleiro de Obras Públicas.

La autovía de Portugal y el VAC (vía de alta capacidad) Tui-A Guarda contornean buena parte del polígono empresarial, por lo que el vecindario pide un acceso directo al mismo desde una de esas vías, como figuraba en el proyecto de 2004. Pero este fue modificado el año pasado, emplazando el acceso al polígono por la zona residencial de la parroquia. Ches Rodríguez conocía ese cambio, pese a lo cual insistió en recabar la confianza de los vecinos erigiéndose en valedor de sus intereses. Los hechos expuestos por Hernández demuestran que les dio la espalda y, en el pleno del miércoles, el gobierno local rechazó la propuesta de toda la oposición de recuperar el proyecto de 2004.

La Xunta justifica la modificación en razones técnicas —que oposición y vecindario no comparten, ya que el enlace directo era factible en 2004 y nada ha cambiado en ese sentido— y económicas, ya que el actual proyecto sería más barato: los vecinos proponen esperar a que haya recursos para hacer la obra adecuadamente antes que consolidar lo que consideran una chapuza ambiental. Pero su propuesta no ha encontrado eco.

De modo que están en pie de guerra para impedir que las máquinas empiecen la obra. Un retén mantiene una vigilancia permanente a ese efecto. Y están curtidos. Todos presumen de una gesta análoga que culminaron con éxito en 2002. Entonces, a través de la asociación Aire Limpo, lograron abortar la implantación en el mismo polígono de la empresa Regadi, dedicada a reciclajes químicos, singularmente de pinturas en las chapas descartadas de la factoría viguesa de Citroën, por su potencial contaminante. “Tenía licencia y el Ayuntamiento nos acusó de un quebranto de tres millones de euros”, recuerdan. Pero la planta tuvo que instalarse finalmente en Porriño.

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