Cuatro indignados detenidos en Sol denuncian agresiones policiales
Una de las arrestadas asegura que un agente le abofeteó y le dio varias patadas
Cuatro de los indignados que fueron detenidos la madrugada del pasado domingo en el desalojo de la Puerta del Sol han interpuesto ante el juzgado de guardia de Plaza de Castilla sendas denuncias por haber sufrido agresiones y tratos degradantes en las dependencias policiales durante su arresto, según la comisión de legal de Sol. Los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) detuvieron a 18 manifestantes en el primer desalojo de la plaza; nueve quedaron en libertad horas después y nueve pasaron a disposición judicial. Tras presentar declaración, fueron puestos en libertad con cargos y sin ninguna medida cautelar.
Estos indignados han asegurado a los letrados de la comisión legal del 15-M que gran parte de los detenidos fueron obligados a permanecer en el patio de la comisaría de Moratalaz, esposados y mirando a la pared, durante varias horas. Los abogados aseguran, a través de la página web de Tomalaplaza,que estas acusaciones se pondrán en conocimiento del juez de guardia en la mañana de hoy. Según este comunicado, una de las detenidas fue agredida por funcionarios policiales que le propinaron varias bofetadas en presencia de otros arrestados. Por ahora solo se han presentado cuatro denuncias, según uno de los abogados.
"Te voy a partir la cara". Rus, una de las detenidas en el primer desalojo, afirma que esas fueron las palabras de un agente cuando llegó a la comisaría de Moratalaz junto al resto de detenidos. Esta estudiante de Filología Hispánica, de 23 años, es una de las indignadas que ha denunciado su caso. Rus ha relatado a este periódico que la noche del pasado sábado estaba de fiesta por el centro con sus amigos y que a última hora decidieron pasarse por Sol y ver lo que acontecía en la plaza antes de volver a casa.
Los jóvenes llegaron a Kilómetro 0 justo a la hora del desalojo. "Los policías me dijeron que me fuera a casa pero no me dejaron explicarle que yo no tenía nada que ver. Cuando me quise dar cuenta estaba en el furgón". Rus no puede evitar ponerse nerviosa cuando recuerda las dos horas que pasó en la lechera hasta que la trasladaron a Moratalaz. Según relata esta estudiante madrileña, al llegar, los detenidos permanecieron en el hall mientras los agentes los agredían verbalmente. Hubo un momento en el que Rus interpeló a uno de los agentes. Este, rápidamente se acercó a ella y le dio un bofetón. Después, empezaron las patadas en los brazos, piernas y pechos. "Todo esto aparece en la denuncia", añade. Rus permaneció en Moratalaz hasta las nueve de la mañana del lunes, cuando fue trasladada a los juzgados de plaza de Castilla junto a otros nueve detenidos. A las cinco de la tarde quedó en libertad acusada de atentado a agente de la autoridad, resistencia y desobediencia y lesiones. Por fin, la pesadilla había acabado.
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