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Cae una banda de narcotraficantes en Almería que estaba guiada por santeros

La Guardia Civil ha detenido a 21 personas, entre ellos españoles, argelinos, franceses, rumanos y marroquíes que se dedicada al tráfico de hachís desde Marruecos

La Guardia Civil ha detenido a 21 personas en la operación Garnacha por la que queda desarticulada una banda formada por españoles, argelinos, franceses, rumanos y marroquíes dedicada al tráfico de hachís desde Marruecos a través de la costa española con destino a Centroeuropa. Actuaban en la Costa del Sol, Almería y Campo de Gibraltar. Han sido imputadas otras ocho personas e incautados 2.815 kilogramos de hachís y bienes –vehículos, embarcaciones y camiones- por valor de seis millones de euros tras los registros domiciliarios realizados; tres en El Ejido (Almería) y uno Málaga.

Las primeras investigaciones realizadas en el marco de la operación se iniciaron el pasado año por parte de los agentes de la Guardia Civil especialistas en la lucha contra el crimen organizado, y con el apoyo de otras unidades del mismo cuerpo de las zonas de actuación. Inicialmente, se descubrió que la banda ahora desarticulada actuaba mediante grupos independientes, sin conexión aparente, con la finalidad de poder actuar de manera autónoma en el caso en el que la organización fuese descubierta.

Una vez que la droga llegaba a la costa andaluza se escondía durante un tiempo en lugares seguros –guarderías- para su posterior traslado a países del centro de Europa en camiones de gran tonelaje, con los que simulaban pertenecer a empresas de mercancías legales. En Málaga, en el barrio del Puerto de la Torre, los componentes de la organización habilitaron un laboratorio en el que fabricaban estupefacientes derivados del cannabis.

La principal característica de esta banda es que sus cerebros son devotos de los rituales de santería tradicional marroquí y contaban con el apoyo espiritual de varios brujos que les guiaban en sus operaciones delictivas. Estos alumbraban a los narcotraficantes sobre el momento idóneo de realizar los desembarcos, almacenaje y transporte de la mercancía. Incluso se ha llegado a abortar alguna operación en el último momento porque así lo indicaban los brujos. Cuando la organización perdía una partida de estupefacientes por la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los jefes de la red se sometían a los brujos para que les practicasen un ritual, al objeto de quitarles la mala suerte.

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