Objetos con candor y pilates

1. Barrio Chamberí. Paseo poco porque no tengo tiempo, pero lo poco que puedo me gusta hacerlo por este barrio donde además vivo. Las calles son muy bonitas y es un eje muy agradable. Y en mi calle, Orfila, están las galerías Soledad Lorenzo que es clienta y amiga o la Marlborough, una referencia en el mundo. Y enfrente, Cayón, la única tintorería. Y si amplio un poco el área me encanta Casa Florida (Almagro, 3). Hacen unos bouquets tanto para mí como para las novias que hago que son un acierto.

2. Schneider Colao Studio. Estoy terminando de decorar mi casa y mi estudio y Jesús Colao nos está ayudando a la selección de muebles con un nuevo concepto: studio gallery, otra forma de entender el interiorismo en la que la arquitectura y el mobiliario vayan unidos. Son un equipo de arquitectos y casi como marchantes de piezas de diseño. (Belén, 2)

3. SpacioBrut. Braulio y José son una pareja de amigos que también me han ayudado a la decoración de la tienda, con la mesa, un banco y algunas otras piezas de mobiliario. Son formas de entender el diseño desde el punto de vista artesano y eso hace que el objeto tenga algo especial, que tengan el candor de antes. (Plaza Vara de Rey, 11)

4. Marche aux puces. Es una tienda de ropa y complementos de hombre. Su dueño sabe mucho de moda, fue encargado durante muchos años de Gallery y aquí hace una apuesta planteando el accesorio como eje central. Es una selección amplia y exquisita. Pocas tiendas existen con esa visión tan concreta y especial. (Fernando VI, 2)

5. Restaurante HD. Tiene un concepto muy gracioso. Los socios, que también tienen un catering, Sr. Bonet, encontraron esta cafetería de los años cincuenta o sesenta, típica de barrio con su propia clientela. Y mantuvieron la decoración y ese feeling de cafetería de toda la vida. Tiene una carta para todo el día. Las hamburguesas son espectaculares y la carta de cócteles amplísima. (Guzmán El Bueno, 67)

6. Olivia te Cuida. Una de las socias es excompa de la época en la que coincidimos en Sybilla. Es una comida sanísima y cada uno se hace la mezcla que quiere. Y tienen un catering estupendo. (Santa Teresa, 8). También me gusta Magasand, (Travesía de San Mateo, 16 y Columela, 4) que está en la misma onda. Se puede comer sándwiches casi gourmet, además de poder leer revistas. Y en plan sofisticado me gusta el Santceloni (Castellana, 57). Y ya que estamos de comida, La Magdalena de Proust (Regueros, 8), un supermercado ecológico que tiene su propio obrador.

8. El Ocho. Máximo tiene una selección de muebles del siglo XX increíbles. Las sillas de Steiner que tengo en mi estudio, de un modelo que no es habitual, son de ahí. También tienen la Butterfly, de Jacobsen, Fritz Hansen. También las piezas de cristal de murano, como lámparas y jarrones, son maravillosos. Es un sitio estupendo para hacer un regalo.

9. Core Pilates. Estoy enganchado. Salir del trabajo, acercarme ahí y luego comer algo en Magasand o Olivia te Cuida me deja como nuevo. Y lo hago todo a pie, en mi zona. (Hortaleza, 104)

10. Museo del Traje. Está en un lugar un poco despistado y discutido, pero es un edificio y un entorno con jardines privilegiado. Se ha hecho un esfuerzo por restructurarlo y tanto sus fondos como su proyectos tienen interés. (Avenida Juan de Herrera, 2)