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“Todavía nos queda Madrid”

Los hinchas del Athletic mantienen la esperanza con la vista puesta en la Copa

Seguidores del Athletic observan el partido con gesto de preocupación.
Seguidores del Athletic observan el partido con gesto de preocupación. TXETXU BERRUEZO

Una derrota puede tener diversas lecturas y suscitar distintas actitudes. Los aficionados del Athletic se dividieron ayer entre el pesimismo: “Esta era la buena, ahora será difícil ganar al Barcelona” y la esperanza: “Para perder una final hay que jugarla. Aún nos queda Madrid”.

El silencio sepulcral, hecho de respiraciones contenidas, bajo el que la ciudad siguió el partido se vio interrumpido únicamente por el sonido de algunos petardos y gritos de ánimo. Sin embargo, al final del choque, en algunos bares de la ciudad se empezó a escuchar el himno del club a todo volumen. Volvieron los petardos y los cánticos de ánimo. “Maldito Falcao, nos ha fastidiado a base de bien”, se dolía una hincha.

Un coche completamente cubierto de banderas y pegatinas rojiblancas irrumpió en la plaza Moyua para despertar a algunos aficionados cariacontecidos que arrastraban los pies rumbo a casa. En vista de lo ocurrido en anteriores celebraciones de partidos europeos, la céntrica plaza bilbaína lucía vallada para evitar que los hinchas se bañaran en ella.

Mientras algunos ya no tenían “ganas de nada”, otros prefirieron continuar la fiesta que habían comenzado por la mañana en Licenciado Pozas y otras calles aledañas. “De perdidos, al río”, sonreía un joven en compañía de sus amigos.

Con la final de Copa en el horizonte, el próximo 25 de mayo, a algunos les costaba esperar. “Es una pena, porque llevábamos mucho tiempo esperando una ocasión así, pero tengo ganas de jugar el próximo partido. No es el momento de rendirse, aún hay esperanza”.

El campo de San Mamés se fue vaciando poco a poco, mientras los símbolos desplegados por toda la ciudad asistían, imperturbables, a lecturas muy críticas de lo ocurrido. “Como salgamos con esta actitud otra vez, lo llevamos fatal”, lamentaba un joven que había venido junto a su cuadrilla desde Santurtzi para ver el partido en una de las pantallas gigantes instaladas en la capital vizcaína. Aunque también había quien veía el vaso medio lleno. “Podían haber hecho más, pero también han tenido un poco de mala suerte”, disculpaba una mujer vestida con los colores del club de arriba a abajo. No habrá fiesta el lunes con la salida de la gabarra, pero no eran pocos los que animaban a darle lustre para el día 27. “Que no la guarden, tiene muchas ganas de salir”.

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