Bildu asume que el uso gratuito de las carreteras en Gipuzkoa resulta “inviable”

El modelo de financiación de las carreteras de Gipuzkoa toma visos de ampliar los peajes que actualmente se cobran en las autopistas a otras vías principales del territorio. El Gobierno foral de Bildu, inicialmente en contra de los peajes, ha asumido que el uso gratuito de la red viaria “es inviable”. Y el PP, que hasta ayer se oponía frontalmente a extender esta fórmula de pago, ha cambiado de repente su discurso al conocer que el Gobierno de Rajoy está sopesando cobrar en todas las autovías de España.

La diputada de Infraestructuras Viarias, Larraitz Ugarte, echó ayer mano de los datos económicos para dar a entender que el actual modelo de financiación de las carreteras y autopistas es insostenible y requiere adoptar otro más “adecuado. Entre las medidas que contempla la Diputación, Ugarte aseguró que baraja la posibilidad de subir el peaje en verano a los usuarios no habituales de la autopista AP-8 en los meses de julio a septiembre, ambos incluidos. De este modo la sociedad pública Bidegi, que explota las autopistas de Gipuzkoa, obtendría unos ingresos adicionales de 1,5 millones.

La propuesta consiste en encarecer un total de 50 céntimos el peaje en los pasos de Zarautz e Irún. Esta subida no afectaría a los conductores habituales que disponga del sistema de pago ViaT. La medida, según explicó la diputada, debe ser ratificada por las Juntas Generales, de ahí que Bildu haya trasladado su propuesta al resto de grupos junteros para lograr el máximo consenso posible.

Como los recursos que reportaría esta decisión estaría muy lejos de cubrir “el agujero” que presenta el modelo de financiación de las carreteras por los elevados gastos de mantenimiento y las obras necesarias.

La Diputación

Más allá de la medida puntual que podría adoptarse para el próximo verano, no se descarta el cobro de un peaje en la N-I en Etxegarate y en la autovía Beasain-Durango, actualmente en construcción en el tramo Urretxu-Bergara. Esta opción, como puntualizó Ugarte, está sujeta a las conclusiones que apruebe la ponencia creada al efecto en la Cámara provincial y cuyos resultados podrían conocerse a mediados del próximo mes de junio.

En cualquier caso, la diputada del ramo presentó un panorama muy complicado en Gipuzkoa por la deuda de 900 millones “heredada” en Bidegi, que suma créditos bancarios por ese valor hasta 2032. Ugarte explicó que la Diputación destina de sus presupuestos 96 millones anuales a carreteras y transporte público, a lo que su añaden otros 102 millones que recauda Bidegi vía peajes. La suma de ambas cantidades no da para sufragar los 280 millones que suponen anualmente las necesidades de conservación de los 1.330 kilómetros que componen la red viaria guipuzcoana y la construcción de nuevas vías. El desfase económico entre ingresos y gastos es de 82 millones.

La Diputación ha decidido trasladar esta situación a todos los ciudadanos de la provincia mediante la difusión de 300.000 dípticos, en los que, además de los datos antes mencionados, se hace constar que el anterior Gobierno foral, dirigido por el PNV y Hamaikabat, se comprometió a realizar nuevas obras por un total de 750 millones que ahora Bildu no va a ejecutar en su totalidad. La campaña tendrá un coste de 19.618 euros.

Ante esta realidad, Ugarte subrayó que la Diputación es partidaria de implantar un sistema de financiación para las carreteras que busque “el equilibrio entre los usuarios de Gipuzkoa” y termine con las “injusticias” que se dan en la actualidad. Puso como ejemplo que una persona que vive en Bergara y trabaja en San Sebastián paga 93 euros mensuales en peajes, mientras que un residente en Tolosa no paga un solo euro por acudir a la capital. El Ejecutivo foral apuesta por aplicar un modelo de pago en el que “participen los conductores de fuera” de Gipuzkoa y sea “compartido por todo tipo de vehículos”, incluidos los transportistas.