Críticos de Aralar defienden su “coherencia”

Los tres parlamentarios de Aralar expedientados por la formación, Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe, van a defender en el procedimiento disciplinario que se les ha abierto que han actuado “en todo momento con absoluta coherencia”. Aunque no quisieron precisar si van a presentar algún tipo de alegación a la petición de expulsión que ha formulado la comisión de garantías, los tres representantes críticos con la dirección no van a retractarse de las decisiones que han tomado hasta la fecha ni van a entregar las actas de parlamentarios, como les ha exigido la ejecutiva nacional del partido en varias ocasiones.

Ezenarro, Basabe y Erostarbe no van a varias su actitud después de la notificación que les envió el pasado 13 de abril el instructor de la comisión de garantías, adelantada ayer por este diario. El órgano disciplinario interno les comunicó que los tres parlamentarios han cometido faltas antiestatutarias “muy graves” por votar a favor de constituir una ponencia en el Legislativo sin la presencia de Batasuna, en contra de la instrucción recibida por la dirección de la formación. Por este motivo, propone sancionarles con “el cese de la militancia en el partido y la baja administrativa como persona afiliada”, según consta en el escrito remitido el pasado viernes por correo electrónico a los tres afectados.

Los parlamentarios disponen de 15 días para presentar sus alegaciones a esta propuesta de expulsión, aunque no parece que vayan a interponer recurso alguno. Como aseguraron en su comparecencia del pasado 3 de abril, Ezenarro, Basabe y Erostarbe se ratificarán en todo lo dicho y hecho cuando apoyaron la ponencia de paz. En esa ocasión argumentaron que actuaron “en conciencia” y sin vulnerar los principios políticos que ha mantenido Aralar en sus diez años de existencia.

Los parlamentarios no van a rectificar ni entregarán sus cargos al partido

Sin embargo, esta postura les ha costado a los tres representantes públicos la reprimenda de la ejecutiva nacional y, posteriormente, la apertura de un expediente disciplinario por parte de la comisión de garantías.

Este órgano de control, formado por cinco representantes—uno por cada territorio y un presidente—, recibió el encargo de la ejecutiva del partido de estudiar si el comportamiento de los díscolos ha supuesto el quebrantamiento de los artículos 18 y 61 de los estatutos, que obliga a los cargos a “respetar y cumplir” todas las decisiones de la dirección, guardar “lealtad” al partido y la “disciplina de voto”, además de “tener su cargo a disposición de los órganos competentes de Aralar”.

La comisión de garantías, reunida el día 11 de abril, calificó de “muy graves” las faltas cometidas y, en consecuencia, propone castigarles con su salida de la formación nacionalista. Tras la última modificación de los estatutos aprobada en 2011, la última palabra sobre un expediente disciplinario recae en la ejecutiva nacional, que en este caso ha sido precisamente el órgano que instó a imponer un castigo a los tres parlamentarios.