Detenidos dos responsable de un circo por la muerte de un operario

Un hombre de 35 años murió en la madrugada de ayer víctima de un accidente mientras participaba en los trabajos de montaje de la carpa de un circo en el puerto deportivo de Arcade, en el municipio pontevedrés de Soutomaior. El fallecido, de nacionalidad senegalesa, estaba subida a una torreta a varios metros del suelo y murió aplastado por la propia estructura. La Guardia Civil detuvo a dos responsables del circo, que no tenía licencia del Ayuntamiento, según confirmó el alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera.

El accidente ocurrió pasadas las tres y media de la madrugada. La Guardia Civil acudió al lugar y tuvo que avisar a los bomberos de Pontevedra a través del 112 para que ayudasen a bajar el cuerpo y a rescatar a otro trabajador del circo, que también estaba bloqueado en la estructura metálica de la carpa y no lograba descender por su propio pie, pero que no sufrió lesiones. “Cuando íbamos de camino nos avisaron de que otra persona había subido a la torre y no era capaz de bajar”, detalló un portavoz de los bomberos pontevedreses.

La ambulancia medicalizada del 061 que se desplazó al lugar solo llegó a tiempo de certificar la muerte del trabajador, que fue posteriormente trasladado a Vigo para que se le practicase la autopsia. El cuerpo del fallecido estaba en lo alto de una estructura a unos 12 metros de altura, según los bomberos.

Los dos detenidos son un portugués de 41 años y un ourensano. A ambos se les imputan dos delitos contra la seguridad de los trabajadores, y al primero también uno por homicidio imprudente, por manejar el motor eléctrico que elevaba la estructura que aplastó a la víctima, según Europa Press. El alcalde aseguró que los trabajos de montaje habían comenzado sin la preceptiva licencia municipal. “Empezaron a montarla totalmente a la brava”, explicó. “Nosotros exigimos siempre los seguros de responsabilidad civil y de sanidad, por los animales”, señaló el regidor, que asegura que el procedimiento normal es mandar un fax al Ayuntamiento. Reguera cree que los dueños querían ir ganando tiempo con la instalación al mismo tiempo que gestionaban el permiso. Las funciones debían comenzar hoy, pero tras el fallecimiento y las detenciones han sido canceladas. “Queremos que lo desmonten y lo dejen”, apuntó el regidor.