La semana por delante

teatro

Un inmenso Viyuela

Tiene aromas de Buster Keaton, Charlie Rivel, Stan Laurel…, pero el perfume que destila Pepe Viyuela en el escenario, sin vestimentas extravagantes, ni maquillajes excesivos, no es menor, ni tampoco un sucedáneo, de los que han emitido en el último siglo grandes cómicos y payasos.

Encerrona es un espectáculo que no nos descubre a un gran actor, porque Viyuela ya estaba descubierto como tal, pero que nos da a conocer a un inmenso payaso, creador de un personaje entrañable, vulnerable y tímido al mismo tiempo. Lleva más de dos décadas envejeciendo al lado de Viyuela y apenas se le ha visto en Madrid; y de hecho es la primera vez que hace temporada (Pequeño Teatro Gran Vía todos los martes a las 20.30).

Un payaso que se ha quedado atrapado en el escenario y se ve obligado a actuar y a utilizar objetos elementales (una guitarra, una silla, una chaqueta, una escalera) cuyo modo de usar ha olvidado.— ROSANA TORRES

cine

Pelis en partitura

Pocos músicos de la nueva generación han sabido mezclar las influencias hollywoodienses con el mejor cine europeo como Roque Baños, que en 2012 recibe uno de los premios del Festival de Málaga. El compositor da empaque y fuerza a títulos tan distintos como Las 13 rosas o Los crímenes de Oxford, que se proyectan ambas esta semana en la Academia del Cine (Zurbano, 3). Baños crea partituras orquestadas con un mimo y un poso que, aunque suene a herejía, al cerrar los ojos permiten adivinar la acción solo con sus notas.— GREGORIO BELINCHÓN

clásica

Un concierto de transición

Hace tiempo que no se oye hablar por Madrid de la Orquesta Ciudad de Granada, ese conjunto que cada año se pone a disposición del fantástico Festival de Música y Danza de las terrazas de la Alhambra. Vuelve a Madrid la orquesta andaluza, y viene con un programa de transición entre la música sacra que ha campado a sus anchas durante la Semana Santa y el repertorio profano que abre la puerta a la primavera y a los festivales estivales. Será el Auditorio el que acoja este concierto el miércoles, y a su escenario se subirá el contratenor Carlos Mena (ya lo vimos en la sala de Príncipe de Vergara hace una semanas y en el ciclo vocal del Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial). El programa, a caballo entre lo espiritual y la música palaciega del clasicismo, engloba la Sinfonía fúnebre de Haydn, la Sinfonía Haffner de Mozart y una obra sacra: el emocionante Stabat Mater del maestro veneciano Antonio Vivaldi. —MIGUEL PÉREZ MARTÍN

rock

La mallorquina Maika Makovski lleva ocho años creciendo lentamente. Y no por falta de apoyos. Desde el principio los medios especializados hablaban de esta cantante, guitarrista y compositora como de uno de las escasas propuestas españolas que podían interesar más allá de los Pirineos. Que esto no fuera así se debió quizás a que su música era demasiado áspera. Pero he aquí que su nuevo disco, Thank you for the boots, descubre a una mujer menos atormentada. Eso, su experiencia teatral con Calixto Bietio y fichaje por una multinacional la convierten en una de las artistas que pueden subir un peldaño de popularidad en 2012, año de excepcional cosecha española. El jueves actúa en el Ochoymedio Club (Mesoneros Romanos, 13), y la mayoría de sus fans la han descubierto en directo. —IÑIGO LÓPEZ PALACIOS

arte

Los grandes ballets rusos

La historia de los ballets rusos de Serguéi Diáguilev es la historia de la danza más esencial. Nacieron en París a comienzos de siglo XX con los mejores bailarines del Ballet Imperial del Teatro Mariinsky. Con ellos colaboraron los mejores pintores (Matisse, Picasso, Derain...) en las escenografías, los grandes modistos (Laurencien, Chanel) y no faltaron escritores como Cocteau. Hay pocos planes más atractivos que la visita a esta muestra gratuita, en el Caixaforum hasta finales de junio, organizada conjuntamente con el Victoria & Albert Museum de Londres. —Á. GARCÍA

danza

Cisnes en primavera

Con el ballet académico o clásico en Madrid vivimos a migajas, citas esporádicas que en calidad siguen siendo una aventura. Es así que, de manera casi obsesiva y en busca de la taquilla, el título que más se sigue exhibiendo es El lago de los cisnes. Esta vez es el Russian Classical Ballet, presentando el título de Chaicovski con la coreografía canónica de Petipa-Ivanov en función única en el Teatro Lope de Vega (día 9, 20.30). Un incentivo es Andrei Besov en el papel del Príncipe Sigfrido, graduado de la Escuela Vagánova en 1998 y después parte enseguida del Teatro Marrinski. Le acompaña como doble cisne Odette-Odille la primera bailarina letona Margarita Demjánova, invitada habitual del Mariinski y elogiada por su versatilidad y técnica. —R. SALAS