Cataluña registra cinco muertes violentas en los últimos cinco días

Cinco personas han fallecido de manera violenta en Cataluña en los últimos cinco días. No existe un nexo común entre las víctimas, que tienen edades y nacionalidades muy distintas. Además, fueron asesinadas en diversas localidades catalanas y, seguramente, por móviles diversos. Esa acumulación de crímenes no es habitual en la comunidad autónoma catalana. En lo que va de año, es decir, en menos de 100 días, ya se contabilizan 29 muertes violentas en Cataluña, ocho de ellas por violencia machista, mientras que en todo el año anterior se produjeron 77.

Los Mossos d’Esquadra investigan los cinco crímenes y hasta ahora solo ha sido detenido al supuesto autor de uno de ellos. En el resto de los casos se barajan diversas hipótesis, desde el robo en el domicilio de las víctimas a ajustes de cuentas.

La última víctima mortal se produjo la madrugada de este sábado en Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès). Se trata de Kashem O., de 38 años de edad y nacido en Bangladesh, cuyo cadáver fue encontrado en la vía pública con evidentes signos de violencia. El Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Norte de la policía autonómica se ha hecho cargo de la investigación y el juez ha decretado el secreto del sumario, como suele ser habitual en casos así.

Horas antes, en la tarde del viernes, también fue encontrado en la calle, frente al parque de La Granota, en L’Hospitalet de Llobregat, un menor boliviano, de 16 años, malherido. Presentaba heridas de arma blanca y una de las líneas de investigación en la que trabajan los mossos es que pueda tratarse de una pelea entre bandas latinas.

Sin ninguna relación con estos dos homicidios anteriores se incluye también el caso de una anciana de 82 años que fue encontrada muerta en su domicilio de Tarragona el mismo viernes. Todo indica que se trata de la muerte más fácil de esclarecer, pues a las pocas horas de hallarse el cadáver fue arrestado su hijo, Pedro M. G., de 50 años, que vivía con ella en el mismo domicilio.

Por el contrario, no existe un móvil claro ni una pista fiable que permita aclarar el homicidio de un vecino de 52 años de edad, hallado muerto el pasado miércoles en su vivienda de Calella de Mar (Maresme), situada en el primer piso del número 6 del pasaje de Mercè Rodoreda. El cadáver fue encontrado en la bañera y los Mossos d’Esquadra aseguran que están abiertas todas la hipótesis, mientras que el Ayuntamiento descarta que el origen de muerte sea un robo, informa Eli Rivas.

Tampoco existe una pista clara para esclarecer la muerte violenta de Josep Subirós Salip, de 93 años, cuyo cadáver fue encontrado la noche del pasado martes en su domicilio, situado en la carretera que une Roses con Figueres (Alt Empordà). El cuerpo presentaba síntomas evidentes de haber sido golpeado y fue descubierto por su hija, que decidió acudir al domicilio de la víctima después de que esta no acudiera a almorzar con ella, como hacía cada martes.

El móvil del crimen aún es una incógnita aunque la hipótesis más probable es la del robo porque parte de la casa estaba desordenada. Lo que parece fuera de duda es que el anciano habría sido asesinado como mínimo un día antes que se encontrara su cuerpo. Los Mossos d’Esquadra, como es habitual en este tipo de casos, están interrogando el entorno de la víctima para esclarecer el caso.