Oubiña, atrapado por su pasado
A punto de extinguirse sus condenas, el narco se enfrenta a otra petición de 14 años de cárcel por operaciones de blanqueo realizadas hace tres lustros
Después de que la Audiencia Nacional acordase el embargo preventivo del pazo de Baión para que la más famosa pareja de narcotraficantes, Laureano Oubiña y su mujer Esther Lago (ya fallecida), hicieran efectiva parte de la deuda que arrastraban de la Operación Nécora por delito fiscal, ambos crearon un entramado de sociedades instrumentales para que el resto del patrimonio inmobiliario que tenían quedase a salvo de otros procesos judiciales. Casi 15 años despué,s y cuando las tres condenas de Oubiña por tráfico de hachís quedarán extinguidas en julio, el narcotraficante convicto vuelve a estar en la picota con dos procesos de blanqueo de dinero por los que se enfrenta a peticiones de seis y ocho años de prisión y multas de más de 33 millones de euros. Las acusaciones están concluidas pero falta conocer las fechas de ambos juicios y si estos frustrarán la libertad de Oubiña, castigado sin permisos penitenciarios “por una falta muy grave” desde que le fuera intervenido un teléfono móvil en su celda hace dos meses.
El testaferro marroquí
El dinero con el que se pagaron las fincas adquiridas por el matrimonio Oubiña, que aparentemente estaba en Suiza, procedía en realidad de Melilla. Fue enviado al país helvético desde las cuentas de un testaferro marroquí, Abdeslam Zariouh, a la cuenta de la sociedad Bancroft Inv del abogado Madalena López. En 1.999 recibió dos transferencias del Banco Popular de Melilla que sumaban 504.850 euros, realizadas por Zariouh, obrero de profesión, según consta en su pasaporte y en busca y captura como imputado.
Asimismo se detectaron desde Melilla otras transferencias a cuentas de Suiza y Mónaco y a sociedades griegas e inglesas vinculadas a actividades marítimas. Entre los destinatarios se han identificado, entre otros, al narco José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, que recibió el dinero en una cuenta del Ocean Bank de Miami (EE UU) por 50.000 dólares en mayo de 1999. También aparecen otros tres destinatarios de nacionalidad griega vinculados a barcos presuntamente relacionados con Miñanco y al tráfico de cocaína.
Además de Oubiña, el fiscal acusa de blanqueo a su hijastro David Pérez Lago y pide para él una condena de cinco años de prisión igual que para el letrado Madalena, aunque rebaja la pena a cuatro años para Javier Verdes y Octavio Casanova, que conlleva en ambos casos la inhabilitación. Para el resto de los imputados entre los que figura el constructor de la casa de Oubiña, Amancio Costa Álvarez, el fiscal solicita tres años y seis meses de cárcel. Las multas se sitúan entre el triple y el doble del dinero que se acredite como blanqueado.
Según la fiscalía de la Audiencia Nacional, el matrimonio Oubiña-Lago construyó una mansión en Vilagarcía, compró una finca en Sanxenxo y movió divisas “con el dinero obtenido del tráfico de drogas”. Para ello utilizaron como testaferros al hijo de Esther Lago, David Pérez Lago, que acababa de cumplir 18 años; a su padre, Ramón Lago; a Emilia Cano Carmona, una mujer que la fallecida esposa de Oubiña conoció en prisión, y a María del Carmen Daponte García, entre otros. A continuación se puso en marcha un sofisticado mecanismo que incluyó empresas creadas en Estados Unidos y cuentas en bancos suizos.
En septiembre de 1998, la pareja acudió a un bufete de abogados de la calle Velázquez de Madrid, donde los letrados y también imputados Jesús Madalena López y Javier Verdes de la Riva, junto con el contable Octavio Casanova Escorihuela, constituyeron las sociedades Albion Investiment Spain S.L. y Anatolia Enterprises Spain S.L. Albion se constituyó el 19 de noviembre de 1998, con un capital social de 156.263 euros y 260 participaciones, como la filial española de la sociedad matriz offshore Albion Investment LLC, creada por Jesús Madalena en Delaware (EE UU) y que suscribió 256 acciones, una de ellas a nombre de Jesús Verdes El desembolso de las acciones se hizo con el dinero de una cuenta del banco suizo Credit Suisse First Boston, de la que era titular otra sociedad domiciliada igualmente en Delaware por Madalena, Investoverseas Inc., en cuya cuenta bancaria se ingresó un cheque por importe de 300.506 euros, firmado en el reverso por este abogado, que fue utilizado para constituir y ampliar el capital de la sociedad. Días antes de la creación de Albion Spain se efectuó un cargo de 156.263 euros en la cuenta de Investoverseas Inc. para enviar a España dicho importe, que se destinó a adquirir las fincas para construir el chalé de los Oubiña en Vilagarcía.
Anatolia Enterprises se constituyó el 11 de marzo de 1999 con un capital social de 3.000 euros distribuido en 50 participaciones sociales. Ambas compañías fueron domiciliadas en el citado bufete madrileño, en el que ya estaban registradas otras 176 sociedades de las mismas características. Las dos sociedades hicieron una ampliación de capital por lo que el de Albión ascendía a 399.673 euros y en 261.139 el de Anatolia, participaciones suscritas por las sociedades matrices de ambas en Delaware.
Oubiña compró su mansión a través de una trama con firmas de Estados Unidos
El contable Octavio Casanova cobró un cheque de 6.971 euros en concepto de honorarios y renunció a los poderes que tenía en Anatolia. También el abogado Javier Verdes cobró de la misma compañía por asesoramiento jurídico 4.954 euros y después renunció al cargo de administrador. En ambos casos se intentó aparentar que el dinero procedía de las sociedades matrices de Delaware pero los fondos tenían su origen en una cuenta del Banco Exterior de Suiza S.A, de la que era titular otra sociedad, domiciliada en el paraíso fiscal británico de la isla de Man, Bancroft INV. LTD., abierta por Madalena y Casanova. En marzo de 1999 se transfirieron 285.000 euros a la cuenta de Anatolia en España. Un mes después la compañía se hizo con una finca rústica en Sanxenxo de 2.300 metros cuadrados por un precio declarado de 198.334 euros mediante un cheque nominativo, mientras que con el dinero de Albión se pagó la casa de Vilagarcía, valorada en 1,7 millones. “Creadas las filiales españolas de las sociedades offshore y dotadas de recursos económicos procedentes de Suiza, se colocaron bajo titularidad de las mismas los inmuebles que Laureano Oubiña y su mujer querían salvaguardar de la justicia”, señala el fiscal.
Los negocios ruinosos de la novia italiana
En abril de 2002, cuando Oubiña se encontraba en la prisión de Alcalá Meco tras su fuga a Grecia (dos años después de quedarse viudo), se abrió una segunda investigación patrimonial contra él. Hay indicios de que el famoso narco “estaba manejando un elevado patrimonio” a través de su novia, la italiana Tiziana Cardarelli, su primo José Piñeiro Nogueira y el constructor de referencia de los Oubiña y persona de máxima confianza del matrimonio, Amancio Costa Álvarez. Los tres presuntos testaferros habían realizado un tráfico mercantil de al menos 4.591.144,23 euros y fueron detenidos en mayo de 2005.
Todo el dinero era de Oubiña, sostiene el fiscal.Cardarelli constituyó la sociedad Cardamode, SL. para montar una ruinosa boutique en Santiago, que solo serviría para justificar gastos personales. Compró un piso en Sada (A Coruña) y un chalé en Cabanillas del Campo (Guadalajara). Además realizó una llamativa actividad cambista con divisas (fundamentalmente dólares) que le proporcionaba José Piñeiro.
Oubiña le daba a su novia instrucciones de cómo manejar el dinero. “Insiste constantemente a Tiziana que había que hacer las hipotecas por la cantidad máxima posible, ya que era más fácil hacer los pagos mensuales al banco sin llamar la atención”, acusa el fiscal. “Los ingresos en efectivo sostenían los saldos bancarios, porque los gastos mensuales de Tiziana en recibos y pagos domiciliados ya hacían por sí solos inviable la marcha de los negocios”.
Flujo de dinero ilegal
En la documentación intervenida figuran facturas y transferencias realizadas en efectivo en 2005 por Cardarelli a los abogados y procuradores de Oubiña. El balance en 2003 de sus negocios presenta una cuenta negativa de 43.182,78 euros pero la italiana realizó en esta época numerosos ingresos en efectivo, hasta que José Piñeiro dejó de suministrarle dinero de Oubiña. “En estos momentos de crisis económica pide incluso un crédito personal de 20.000 euros, puesto que está haciendo frente a la hipoteca de Sada, a la del chalet de Cabanillas (comprado en marzo de 2004), al alquiler de la nave de Bergondo, transferencias a abogados de Laureano y a numerosos gastos y facturas derivados de su elevado nivel de vida”, sostiene el fiscal. En febrero de 2005 se trasladó definitivamente a Madrid para encargarse de un proyecto de intermediación en la producción textil en China.
El fiscal solicita para la novia de Oubiña y sus otros dos presuntos testaferros una pena de cinco años de cárcel.
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