Incertidumbre hasta el final para vivir la ‘Madrugá’
Los cofrades formaron largas colas en las iglesias para ver las imágenes
La Madrugá de Sevilla acoge las imágenes con más peso devocional de la ciudad, y la noche se esperaba con las ganas guardadas del año pasado. En 2011, ninguna de las seis cofradías que tenían previsto hacerlo pusieron su cruz de guía en las calles. Hecho que no ocurría desde hacía más de 70 años consecutivos, la lluvia lo impidió.
Para esta Madrugá eran protagonistas la Esperanza Macarena, la Esperanza de Triana, y la esperanza sin más. Los cofrades esperaban ilusionados que la Madrugá pudiera celebrarse en su plenitud, y que el cielo se despejara. Hasta la medianoche del jueves, ninguna hermandad se había pronunciado en su decisión de proceder a salir en estación de penitencia por Sevilla.
El Cristo de Jesús del Gran Poder se recibía además con una expectación añadida. Esta imagen, que data de 1688 y fue realizada por el imaginero Francisco Antonio Ruiz Gijón, es la más antigua de la Semana Santa sevillana. El paso de la imagen se mostraba este año recién restaurado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, que también ha restaurado este año a la Virgen de las Angustias de Córdoba, una de las más esperadas.
Salieran de madrugada o no, los cofrades no quisieron perderse durante el día las imágenes en los templos sevillanos. La incertidumbre de saber si el cielo iba a permitir que las procesiones salieran a la calle provocó que se formaran enormes colas en las puertas de las iglesias para ver, al menos, las imágenes dentro, resguardadas del agua y el viento.
E hicieron bien. Conforme pasaba la tarde, hermandad a hermandad fue cancelando consecutivamente sus estaciones de penitencia hasta que el Jueves Santo en Sevilla se quedó en blanco. Los nombres de casi todas las hermandades que cancelaron la salida fueron este jueves trending topic de Twitter en España.
La madrugada estaba por ver, pero los armaos de la Macarena, que no salen en procesión hasta la medianoche, empezaron a llegar a la Basílica a primera hora de la tarde para emprender un recorrido previo por distintos puntos de la ciudad. La lluvia no les frenó, y su primera parada fue para visitar a los niños enfermos del Hospital Macarena.
Mientras, el hermano mayor, Manuel García, informaba por la tarde de que esperarían hasta las 23.30 para tomar la decisión. "Además de por las imágenes, es una hermandad que lleva más de 3.000 personas, entre ellas muchos niños", dijo.
Y las que se quedaron definitivamente, y por segundo año consecutivo, sin hacer historia, fueron las mujeres que iban a salir de nazarenas en la Quinta Angustia. Hasta 2010, tenían prohibido realizar la estación de penitencia, al igual que la de El Silencio, que sale en la Madrugá.
Málaga y Almería si pudieron celebrar su jueves sin temor al cielo. En Málaga, los legionarios celebraron ayer el día llevando a hombros al Cristo de Mena, al que cantaron “soy el novio de la muerte” y frente al que desfilaron a 160 pasos por minuto ante la expectación de miles de malagueños.
En Granada, tres de las cinco cofradías que tenían previsto salir este jueves decidieron no hacerlo. Y en Cádiz, algunas se atrevieron a salir, pero las lluvias intermitentes no facilitaron que las imágenes se lucieran en su recorrido previsto, como la de la Hermandad de la Oración del Huerto, que tuvo que refugiarse bajo un arco de Puerta Tierra.
También hicieron sus estaciones de penitencia algunas de las hermandades de Huelva, Jaén y Córdoba.
La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología tampoco da esperanzas para este viernes. Sobre la región se marcan rayos, lluvias y vientos. Aunque para el sábado se aclara algo la situación, con chubascos en la Andalucía occidental y nubes por la parte oriental.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.