Rueda supedita a un pacto de Estado el desarrollo de fusiones municipales

En el orden del día del pleno del Parlamento de ayer figuraba la comparecencia del conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, para informar de las actuaciones de la Xunta para impulsar la cooperación municipal. Tras el anuncio realizado por Feijóo en el debate del estado de la autonomía de la fusión de los ayuntamientos de Oza dos Ríos y Cesuras, la oposición esperaba novedades. No las hubo. Rueda ensalzó las uniones municipales como fórmula para mejorar la gestión pública y alardeó de los proyectos de fusión de Oza y Cesuras y de creación del Área Metropolitana de Vigo, pero apeló a la voluntariedad que debe regir la integración de ayuntamientos para evitar compromisos mayores. La oposición le acusó de esconder la “falta de gestión” de la Xunta con anuncios que consideró intrascendentes, como el de la fusión de los dos municipios de la comarca de Betanzos.

Rueda realizó una encendida defensa de las fusiones municipales y vaticinó incluso el inicio de un “proceso histórico” con la de Oza dos Ríos y Cesuras, pero ni anunció nuevas fusiones, ni añadió medida alguna para promoverlas, más allá de la ponderación de la prestación conjunta de servicios en el reparto de fondos autonómicos entre los ayuntamientos. “La Xunta respaldará las fusiones por la parte que nos toque, pero es lógico que sean los alcaldes los primeros que las deben defender; apoyaremos la integración allí donde exista la voluntad de llevarla a cabo”, afirmó el conselleiro de Presidencia. Pero, para ir más allá, se necesita “un pacto estatal”, ya que la Xunta considera que “la superación del minifundismo municipal” es “una cuestión de Estado”.

PSdeG y BNG censuran la "frivolidad" de la Xunta con las fusiones

La Xunta se debe conformar por lo tanto con lo que Rueda calificó de “catálogo de medidas para fomentar la cooperación municipal”, basadas en el respeto a la autonomía local —“aquí no se obliga a nadie”—, la flexibilidad —“hay que negociar”— y la búsqueda de objetivos “prácticos”. Con este apoyo, el Gobierno gallego está demostrando “el coraje necesario” para hacer frente a una crisis que “no entiende de lindes administrativos”. “Nunca fuimos partidarios de la inhibición”, añadió.

Si la oposición ya consideró un engaño que Feijóo revistiera de solemnidad el anuncio de fusión de Oza y Cesuras, que Rueda insistiera ayer en términos similares sin novedad alguna fue calificado por socialistas y nacionalistas de “frivolidad” y “ocurrencia”. José Luis Méndez Romeu, del PSdeG, denunció además que la integración de los dos ayuntamientos coruñeses fue “impuesta por los dirigentes del PP” sin explicar a las corporaciones ni a los vecinos. “¿Cómo se concretará, por ejemplo, en la prestación de servicios sociales, la recogida de basura o el Impuesto de Bienes Inmuebles?”, se preguntó Méndez Romeu, que acusó a Feijóo de utilizar “el procedimiento de las ocurrencias: buscar una noticia y después ya veremos”.

El nacionalista Alfredo Suárez Canal rechazó el “debate trampa” propuesto por la Xunta, que evidencia su “frivolidad”, al ofrecer una fusión de dos ayuntamientos rurales como una solución a la crisis. El diputado del BNG criticó a Rueda por proponer “cooperación y eficacia” sin especificar cómo se resolverá la financiación de los ayuntamientos fusionados, “el gran problema de los municipios”. Los nacionalistas lamentan además que la Xunta no haya puesto encima de la mesa la supresión de las diputaciones. “La mitad de la financiación de la Administración local va a las diputaciones”, advirtió Suárez Canal, que acusó a la Xunta de “distraer a los gallegos con un problema nuevo y obviar los de calado”.

Mientras Rueda debatía con la oposición en el Parlamento, los presidentes de las federaciones de municipios de España y de Galicia, Juan Ignacio Zoido y José Manuel Rey Varela, criticaron el “intencionado y malicioso debate” que busca “responsabilizar” a los ayuntamientos del déficit público. Zoido y Rey rechazaron que se planteen fusiones como “la solución mágica al problema” del déficit y que se decidan “por decreto”. Ambos apostaron por “descartar la creencia de que impulsando fusiones con escuadra y cartabón se ataja el problema”.