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Lasme es un gigante que no deja de crecer

El pívot de Gabón, con 21 puntos y siete rebotes, decanta el triunfo santiagués frente al Joventut

Obradoiro empieza y acaba en Lasme. Anoche contra el Joventut, el pívot de Gabón que aterrizó en Santiago con el cartel de intimidador y poco más, estrenó el marcador tras dos rebotes ofensivos. Encadenó las dos canastas siguientes. Y otro rebote en ataque. Y un balón recuperado que se quedó entre sus brazos que rotan como aspas de molino cuando defiende. Y ya en el segundo cuarto, dos canastas con tiro libre adicional (el primero lo falló) para sellar la remontada después de un inicio titubeante en que los santiagueses llegaron a ir perdiendo por el doble (8-16). Y más adelante un tapón previo a un contraataque que acabó con otros dos puntos suyos.

Cierto que ayudó mucho la inocencia del Joventut, capaz de conceder tres canastas con falta personal en tres jugadas consecutivas durante el segundo acto hasta desesperar en el banquillo a Salva Maldonado. Y que también echó una mano la segunda unidad, si es que eso existe en el Obradoiro, cada más un equipo coral donde todos los jugadores cuentan.

El imprevisible Washington, muy desdibujado durante el invierno, decidió ordenarse en primavera. Ayudó atrás, olvidó su obsesión de volar siempre por encima del aro y repartió asistencias propias de un alero cerebral al final de cada contraataque. Aportó 12 puntos en sus mejores minutos como obradoirista.

El equipo suma nueve victorias y se  aleja del descenso

El jefe de todo ya hace muchas semanas que es Andrés Rodríguez, clarividente director de juego que ha desplazado a Palacio en el cinco titular, y tanto sirve un alleyhoop desde mediocampo, como pelea un rebote en cancha contraria, permanentemente encorajinado. Ayer repartió asistencias, nueve, de todos los colores (nadie dio más este fin de semana según los números oficiales de la ACB). Y capturó siete rebotes, los mismos que Lasme, cosa que siendo un base de 1,84 metros dice mucho de los fundamentos defensivos de su equipo. Pero sobre todo -y eso no hay planillo de estadísticas que lo recoja- Rodríguez marcó el tempo del partido los 30 minutos que permaneció -es un decir- sobre el parqué.

Enfrente, el Joventut afrontó el partido a empellones, inocuo en su propia zona y desquiciado con los árbitros, como si tuvieran culpa de su propia inoperancia que le condenó a sumar 9 puntos en todo el tercer cuarto gracias a la intermitente entonación de Jeter. Durante ese período Obradoiro sumó 18 y decantó el partido con una diferencia de doce puntos (56-44) que todavía se incrementó al principio del cuarto período cuando los locales dispusieron de tiros libres y posesión de balón por la técnica que se ganó Oliver reclamando airadamente una canasta que había metido fuera de tiempo.

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El base, Andrés Rodríguez, sumó siete rebotes

Moncho Fernández, consciente de las pájaras que su equipo sufría no hace tanto, evitó cualquier relajación. Devolvió a Lasme (que hasta se había permitido unos minutos de descanso dada la placidez del tercer tiempo) al parqué y el pivot no tardó en adueñarse de ambas zonas. De la suya y sobre todo de la de enfrente: palmeó otra asistencia de Andrés y supo que sentenciaba el duelo cuando tras capturar dos rebotes ofensivos en la misma jugada, a la tercera sumó dos puntos que ampliaron la distancia a 16 puntos, la máxima del partido, a falta de cuatro minutos. Aún hubo tiempo para un coast to coast de Washington que se contentó con una bandeja mientras el pabellón entero aguardaba otra acrobacia imposible. Y para que Sar rindiese culto a sus nuevos héroes cuando aún no había acabado el juego. Rodríguez se fue primero entre vítores. Lasme lo hizo cuando faltaban 45 segundos. Lo que le dijo al oído el abuelo de la Liga, Bob Hopkins al pivot de Gabón mientras toda la grada coreaba su nombre y hacía la ola, se queda para ellos.

Obradoiro suma su novena victoria, aleja a sus inmediatos rivales por el descenso con un colchón de dos victorias sobre Estudiantes. Y Lasme, trotamundos del basket que ya pasó por el Maccabi antes de penar en ligas de segunda, a sus 30 años no deja de crecer.

73-Blusens Monbus (16+22+18+17): Andrés Rodríguez (4), Javier Bulfoni (4), Alberto Corbacho (10), Stephane Lasme (21), Oriol Junyent (-) -cinco inicial-, Bernard Hopkins (6), Mario Cabanas (-), Ebi Ere (4), Milt Palacio (2), Deron Washington (12), Levon Kendall (10) y Richard Nguema (-).

60- FIATC Joventut (16+19+9+16): Pooh Jeter (18), Fede Van Lacke (2), Derrick Obasohan (11), Nacho Llovet (4), Latavious Williams (10) -cinco inicial-, Jordi Trías (4), Albert Oliver (-), Henk Norel (3), David Jelinek (8) y Lubos Barton (-).

Árbitros: Hierrezuelo, Araña y Sánchez Mohedas. Sin eliminados Incidencias: Partido correspondiente a la 26ª jornada de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el Fontes do Sar ante 4.500 espectadores.

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