Mujeres en círculo
Un grupo de profesionales de todos los ámbitos abre un espacio de reflexión y de acción para promover políticas de igualdad
En el círculo, por definición, no hay jerarquías. Y esta figura geométrica es la que representa al nuevo movimiento Cultura per la Igualtat: cercle feminista, que se presentó el jueves en el Ateneo Mercantil de Valencia. Un potente grupo de mujeres profesionales, pensadoras y feministas procedentes de los ámbitos académico, sindical, asociaciativo, cultural o periodístico que pretende devolver las políticas de igualdad “al punto de mira”.
“Vivimos una debilidad política de la igualdad”, aseveró la exministra Carmen Alborch en abierta referencia al actual desmantelamiento o paralización de la aplicación de leyes conciliadoras como la Ley de Igualdad, la de la Dependencia o la de Violencia de Género, además de la contestada reforma laboral del Gobierno popular, que sitúa de nuevo las condiciones laborales y salariales de las mujeres (ya de por sí a mucha distancia de las de los hombres) a los pies de los caballos.
Alborch: “Vivimos una debilidad de la política de igualdad”
El grupo -que reivindica “la fuerza que el feminismo tuvo en 1970, cuando nació el Movimiento Democrático de Mujeres (MDM)”- surge, de momento, sin entidad jurídica, sin presupuesto y sin sede. Pero cuenta con la fuerza del pensamiento, de las publicaciones y de la producción de cada una de las más de 20 mujeres que participaron de la presentación.
Isabel Morant, catedrática de Historia de la Universitat de València, con una larga trayectoria como editora y productora de textos feministas, abogó por trabajar desde todos los ámbitos, incluido el mundo de la enseñanza y del pensamiento, en favor de normalizar y generalizar la cultura de la igualdad. “Una cultura de la igualdad es la política de todos los días”, reflexionó.
“Los jóvenes conservan los estereotipos”, afirma Gavaldón
“Sin jerarquías”, insistió Alborch, “todas somos líderes, todas aportamos nuestras ideas”. Por eso se presentaron sentadas, en forma de círculo, de “círculo de confianza”. De círculo como espacio de reflexión, como espacio de debate y como espacio de reivindicación, abierto también a los hombres que creen en la cultura de la igualdad.
Trabajo hay mucho hecho, pero también un camino por recorrer. Virginia Molina, de la Asociación de Mujeres Separadas desde hace 25 años, ve en el día a día de muchos colegios y mujeres en el trabajo, cómo los estereotipos de género persisten y se transmiten de generación en generación.
“La juventud tiene asumidos los estereotipos desde la edad temprana”, confirmó la psicóloga Amparo Gavaldón. “Las chicas se ven en un futuro con pareja y en familia, los hombres piensan en su profesión”.
Para cambiar la escena hay que reunir a las generaciones y comunicar mejor. Y esto es lo que aportan las jóvenes doctorandas Isabel Lozano y Cristina Pérez. En el manifiesto, un punto clave: “La inclusión en la agenda pública de las reivindicaciones relativas a la consecución de la igualdad de oportunidades”. En palabras de Alborch, “un círculo virtuoso, contra el círculo vicioso”, abierto en la red: http://culturaperlaigualtat.wordpress.com/about/.
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