El ministro Montoro vuelve a darle argumentos a Griñán
El candidato exige al ministro que deje de señalar con el dedo a Andalucía
La campaña electoral diseñada por el PSOE de Andalucía mira casi exclusivamente a Madrid. Las decenas de discursos que ha pronunciado hasta ahora el candidato socialista, José Antonio Griñán, se centran en las medidas que está tomando el Gobierno central, en manos del PP.
Gobierno y enchufes
Griñán: "Me duele profundamente cuando veo en estas elecciones que el Gobierno de España se dedica siempre a decir algo que pueda perjudicar a Andalucía, algo que además no es verdad".
"Los únicos enchufados en España son los familiares del Partido Popular".
La reforma laboral y su jugoso articulado, la paralización de parte de la ley de la Dependencia, las ayudas para que los Ayuntamientos paguen a sus proveedores a cambio de que presenten un plan de reducción de costes laborales, la subida de impuestos... Son todas medidas que ha adoptado el presidente Mariano Rajoy y que sirven a Griñán para argumentar sus mítines. La campaña del todavía presidente de la Junta gira sobre el miedo a los recortes presentes y futuros. “Lo que ha venido con la derecha es el miedo”, insistió el candidato el miércoles en Baza (Granada).
En este contexto, parece que a su rival, Javier Arenas, le resta más que le suma que el Gobierno central esté en manos de su partido. Y las visitas de sus ministros le ponen en algún que otro aprieto o, por lo menos, le dan munición a los socialistas.
El último caso ha sido el del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. En un acto organizado el martes por la Fundación Antares en Sevilla, el ministro criticó que la Junta de Andalucía adeude a sus proveedores unos 3.000 millones de euros.
El candidato socialista acusa al Gobierno de ocultar la deuda de las comunidades del PP
Griñán no dejó escapar esta oportunidad el miércoles en su recorrido por las provincias de Almería y Granada. El candidato socialista se puso el traje institucional de presidente de la Junta y recurrió al agravio. Exigió al Gobierno central que “no mire a Andalucía como si fuera un enemigo” y que deje de “señalar con el dedo” a la comunidad en sus intervenciones públicas. El candidato citó expresamente al ministro Montoro.
Griñán le acusó de emplear “medias verdades o mentiras absolutas”. No negó la mayor. Es decir, reconoció que Andalucía, como el resto de regiones, tiene “problemas de tesorería” y acumula esa deuda de 3.000 millones. Pero acusó al Gobierno central y al ministro de ocultar que “Valencia, que tiene un Presupuesto que es la mitad [del de Andalucía], tiene un problema de 2.500 millones”. O que “Castilla-La Mancha, con un Presupuesto que es la cuarta parte, tiene 3.500”. “Eso no lo dice, se lo calla”, añadió el todavía presidente de la Junta de Andalucía en referencia a estas dos comunidades gobernadas por el PP. E insistió en la misma idea al recordar que la Comunidad de Madrid ha “mentido en los ingresos” y tiene 1.000 millones más de deuda de lo que declaró hace unas semanas. “Me duele profundamente cuando veo en estas elecciones que el Gobierno de España se dedica siempre a decir algo que pueda perjudicar a Andalucía, algo que además no es verdad”, dijo el candidato del PSOE.
No soltó Griñán la presa. Por la tarde, en el acto de Baza, se refirió al plan de ayudas a los Consistorios. “Dice Montoro que un Ayuntamiento no es una oficina de colocación”, recordó: “salvo para sus parientes”. “Los únicos enchufados en España son los familiares del PP”, afirmó en referencia al marido de María Dolores de Cospedal. Griñán defendió así la polémica reordenación del sector público que emprendió la Junta esta legislatura, y que provocó las protestas de los funcionarios, que acusaron al Gobierno regional de querer enchufar a sus afines.
Montoro —al que sitúan en la órbita de influencia de Arenas en el PP— está destinado a interpretar el papel de poli malo en este Gobierno. Desarrolla la misma labor que Elena Salgado hacía en el anterior Ejecutivo socialista. Su ministerio es el encargado de velar por que las comunidades cumplan con las restricciones presupuestarias. Esta misión de vigilancia ha estado a punto de perjudicar al PP andaluz en plena campaña electoral en dos asuntos que los populares han prometido mimar tras las elecciones del domingo: la sanidad y la educación. Sobre la subasta de medicamentos y las oposiciones de profesores sobrevuelan desde hace semanas dos recursos judiciales, que el departamento de Montoro no ha interpuesto de momento.
Lo que ha venido con la derecha es el miedo José Antonio Griñán
Griñán, tras pedir ayer en Almería a Montoro que deje de señalar a Andalucía, reclamó a Montoro que, en vez de hacer estas declaraciones, “que son medias verdades o mentiras absolutas”, revise “la decisión de paralizar la ley de Dependencia”.
El candidato defendió la gestión económica de la Junta en los últimos años, que, en su opinión, ha permitido que la comunidad esté a la cabeza en la aplicación de esta ley y que no caiga, como otras regiones, en la “insumisión” a la hora de poner en marcha las prestaciones.
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