¿Hacia dónde vamos los socialistas?
Credibilidad y coherencia son los retos fundamentales del PSOE en el nuevo escenario político. Y no va a resultar fácil para el Partido Socialista acertar en el tono de su discurso, la construcción sosegada y participativa de un proyecto que ayude a salir de la crisis y centrar la orientación estratégica de su papel como oposición útil al país y a la ciudadanía.
Fuimos un gobierno lento y dubitativo que tuvo que afrontar las maniobras de los mercados especulativos totalmente desregulados en un mundo global, la explosión de una burbuja inmobiliaria que a todos parecía venir bien, los sucios intereses de las agencias de calificación, la tortura de la prima de riesgo en los últimos meses del mandato de Zapatero, la falta de cohesión de una izquierda europea dormida y, como consecuencia, el drama de millones de parados en España.
Un gobierno que dedicó su mayor esfuerzo final a evitar que España cayera, como Portugal o Grecia, en el abismo. Durante su mandato no acertó a tomar las medidas suficientes para combatir la crisis y sus consecuencias desde la acción política, olvidando que había que hacer mucha pedagogía para explicar el origen de la situación y las medidas que acordaba.
Hoy, el complejo escenario social se configura de la siguiente manera: una parte de la ciudadanía quiere que se tomen medidas (¡las que sean y ya! ) ante el paro brutal; otra tiene mucho miedo por su futuro o, cuando menos, se mueve en la incertidumbre por la inseguridad laboral o por la fragilidad del sistema de pensiones; y una tercera parte de la sociedad española vive con gran cabreo y ganas de movilizarse para expresar su descontento. Pues bien, ante esta realidad y sin olvidar el daño mortal que la corrupción de algunos políticos provoca entre una juventud escéptica que se siente despreciada, me pregunto: ¿cómo y con qué mensaje socialdemócrata nos posicionamos los socialistas ante la ciudadanía para ser creíbles?
El problema de credibilidad es enorme y se constata cada día en las discusiones del Congreso, en las redes y en la calle. Necesitaremos que pasen meses, superando el estado de ansiedad, antes de poder echar en cara a Rajoy sus errores sin que los argumentos se puedan volver en nuestra contra. ¿Y tú cómo lo ves? En cualquier caso quiero desvelar que siento en mi entorno a muchos hombres y mujeres del Partido Socialista con voluntad de corregir errores, conectar con la ciudadanía y sus problemas vitales y luchar por encontrar nuestro propio camino.
Aprendemos el valor auténtico de la igualdad y la libertad cada día que el PP nos echa en cara en el Parlamento la herencia recibida. El mismo PP de la brutal reforma laboral que actuó desde la oposición sin dar tregua al Gobierno Zapatero y sin dudar en perjudicar los intereses generales del país. Aprendemos, si, mas allá de la desorientación y debilidad del último Gobierno socialista, que la política ha de dirigir la economía. Todo ello nos aportará esperanza, dignidad y fuerza moral en un mundo gris.
Odón Elorza es diputado del PSE-EE por Gipuzkoa.
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