Procesión atea, segundo 'round'

Cristina Cifuentes ha confirmado que la Delegación del Gobierno en Madrid ha recibido también este año la solicitud para realizar una marcha atea el Jueves Santo, pero de momento no se pronuncia. La delegada aún no ha dado respuesta a la petición y ha informado de que lo valorará "cuando corresponda" porque aún hay tiempo. Las asociaciones de ateos convocantes, las mismas que ya lo intentaron el año pasado, quieren protestar contra los "privilegios económicos" de la Iglesia católica y esperan que sea autorizada porque, a su juicio, cumple todos los requisitos.

“Entran diariamente entre 20 y 30 solicitudes de concentraciones en Madrid. Esta está planeada para la Semana Santa y todavía no lo hemos valorado. Todavía estamos con las de esta semana y la que viene”, ha sostenido Cifuentes tras presentar un seminario sobre okupaciones en la Academia de Policía Local de la Comunidad.

La manifestación, que de ser permitida discurriría por el barrio de Lavapiés a partir de las ocho de la tarde del jueves, está organizada por la Asociación de Vecinos La Playa de Lavapiés, Asociación de Ateos y Librepensadores de Madrid (Amal), los grupos anarquistas Voila y Albatros y la asociación La tetera de Russell bajo el lema Ningún privilegio a las iglesias. De mis impuestos, a las iglesias cero. “No estamos en contra de las procesiones de Semana Santa", sostiene Luis Vega, presidente de Amal, en declaraciones a este diario.

"Estamos en contra de que haya tantas y tan suntuosas. Es un atentado contra la gente que lo está pasando mal en esta época de crisis", afirma repitiendo que es un "gasto innecesario". El motivo principal de su procesión atea es para protestar contra los privilegios de esta "empresa privada que recibe casi tantos millones como los recortados en servicios sociales", asevera. Según  sus cálculos, recibió del Estado al menos 11.000 millones de euros en 2011, mientras el Gobierno recortó 12.000 millones en servicios sociales.

También quieren manifestarse en favor de la libertad de manifestación y de expresión y de que las instituciones protejan la aconfesionalidad del Estado. No están "en contra de esas creencias", pero tampoco quieren "que los católicos nos impongan su moral, ni pagar sus creencias".

Se trata del segundo año que intentan llevar a cabo la misma marcha, de momento, sin éxito. El año pasado no consiguieron la autorización para la procesión atea el Jueves Santo por transcurrir por el mismo recorrido que la procesión católica y por 10 razones más. Entre ellas señalaban la “presencia de grupos antagónicos y radicales”, la necesidad de proteger la imagen turística de Madrid y el alto valor histórico-artístico de la fiesta.

Esta resolución fue ratificada poco después por el Tribunal Superior de Justicia al entender que la marcha infringía el derecho a la libertad religiosa y suponía un riesgo para el orden público. La procesión, a la que se oponían Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, se celebró finalmente, pero un mes más tarde de lo previsto.

Los convocantes no entenderían que la Delegación no autorizase esta vez la marcha porque se han asegurado de que no coincida con ninguna procesión y la han comunicado "con tiempo y con más garantías si cabe que el año pasado". Vega asegura que, si la Delegación no la autorizase, las asociaciones analizarían qué hacer, aunque en principio, "la manifestación se mantendría", ya que entienden que prohibirla sería "cercenar un derecho de los ciudadanos". En su petición, incluye un recorrido principal y dos alternativos e incluso están dispuestos a considerar cualquier otra propuesta alternativa, siempre que el recorrido discurra por Lavapiés.