_
_
_
_
El drama del paro/ ANTONIO RODRÍGUEZ, Parado gaditano de 36 años

Del estrés del trabajo a la depresión por el paro

Antonio Rodríquez duerme en casa de su suegra y ha tenido que alquilar su casa

Antonio Rodríguez.
Antonio Rodríguez.EDUARDO RUÍZ

Antonio Rodríguez duerme ahora en casa de su suegra. Con su mujer y sus dos hijos. Uno está a punto de cumplir seis años. El otro, cuatro. Su casa, de la que todavía están pagando la hipoteca, la han tenido que poner en alquiler. Cada mes sale adelante con eso y con lo que le ha quedado de paro. Perdió su trabajo de delegado comercial de un fabricante eléctrico en diciembre. "Fue una de las primeras empresas en presentar expediente de regulación de empleo", recuerda. Y tras esos expedientes empezaron a llegar lo que él llama batidas de despidos. "Íbamos cayendo de diez en diez. Yo tenía 17 compañeros en Andalucía y yo fui el último en ser despedido". Acumula problemas médicos. Antes, por el estrés del trabajo. Ahora, por la depresión del paro.

Antonio vive en El Puerto de Santa María (Cádiz). Tiene 36 años. Y su carrera profesional arrancó desde muy joven. Se formó con dos años de administración y dirección de empresa y con un módulo de formación profesional en técnico auxiliar de electricidad y electrónica. Su primer empleo fue en la Armada pero la suerte no le acompañó. "Tuve un accidente y me dañé la rodilla". Ante la dificultad de ascender, abandonó el ejército. Encontró trabajo como empleado de seguridad en un hotel y después cambió por el consejo de un conocido. "Me dijo que tenía don de gentes y valía como comercial". Así consolidó una carrera de 10 años. "Era el boom inmobiliario", explica. Trabajó en promotoras y una constructora, hasta que una multinacional de fabricantes eléctricos le llamó como comercial para dirigir el área de Cádiz y Ceuta. Allí ha estado hasta que la batida de despidos le tocó a él.

Y entonces vinieron los cambios apresurados. "Te das cuenta de que con lo que te queda de paro tienes que pagar la hipoteca, de casi 600 euros, y el coche, con unas mensualidades de casi 200. Además de los gastos de luz y agua. Apenas te quedan 200 o 300 euros. Y eso con dos niños no es suficiente". Por eso él y su mujer, también sin trabajo, optaron por poner en alquiler su vivienda y mudarse a casa de la suegra. Es un tiempo indefinido de espera.

"Antes sufría crisis de ansiedad. Los que llevamos las cifras de una compañía, los que tenemos esa carga, sufrimos mucho estrés". Eran motivos laborales. Hace un mes que a Antonio le diagnosticaron una depresión. "Después de navidad, empecé a sentir molestias en el estómago, ardores, mareos, vértigos". El origen estaba en la incertidumbre del desempleo.

Ha decidido ocupar este tiempo estudiando inglés. También quería asistir a algún curso de otras materias. "Quieres formarte y ahora no hay dinero, y apenas salen convocatorias para dar esos cursos", se lamenta. "Hay muy pocas oportunidades y muchos demandantes de este tipo de clases. Y, encima, si entras en algún curso ya te advierten de que tampoco es seguro de que lo puedas terminar porque no está asegurado el presupuesto de las Administraciones".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_