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ELENA ESPINOSA | CANDIDATA A LA SECRETARÍA GENERAL DEL PSDEG

“Este partido necesita que cada militante pueda hablar con libertad”

“Es posible que lo que Feijóo intentó fuera arrebatar la caja a los vigueses” “La incompatibilidad no se puede aplicar por real decreto, sino por consenso”

La exministra Elena Espinosa, durante la entrevista.
La exministra Elena Espinosa, durante la entrevista.ANXO IGLESIAS

Tras meses de incertidumbre, y a solo seis días del congreso del PSdeG, Elena Espinosa (Ourense, 1960) dio el salto el pasado domingo a la política gallega con su candidatura a la secretaría general. La exministra asegura que está en juego que los militantes puedan hablar “con absoluta libertad”.

Pregunta. ¿Cuál es el motivo por el que se decide a pugnar con Pachi Vázquez?

Respuesta. El principal es que muchos compañeros, militantes, gente que tiene puestos de responsabilidad orgánica o institucional, me pidieron construir un nuevo proyecto, un proyecto que nos lleve a ganar a Feijóo. Es cierto que yo soy una persona reflexiva, lo cual me llevó a estar contrastando las opiniones, también que ellos reflexionaran y consideraran si yo era la persona idónea, y cuando estábamos convencidos mutuamente fue cuando di el paso.

“No niego afinidad con Rubalcaba y Blanco, pero Ferraz no tiene candidatos”

P. ¿Comenzó a fraguarse el proyecto en Sevilla, en el congreso federal del PSOE?

R. Yo no estuve en Sevilla, y no puedo hablar de algo que no he presenciado y que tampoco he preguntado.

“Nunca tomaré ninguna medida que no haya salido de un debate”

P. ¿Qué necesita y qué le sobra al PSdeG?

R. Necesita sobre todo un gran debate interno sincero y leal. Que cada militante pueda hablar con absoluta libertad, expresar sus ideas, que se pueda debatir y aprovechar mejor lo que aporte cada uno de ellos. Debemos abrirnos mucho más a la sociedad. La sociedad quiere tener un contacto continuo con las personas que tienen responsabilidad, sea de gobierno o en la oposición, sea en un ayuntamiento pequeño en la oposición como un alcalde de una gran ciudad. Y debe ser un debate más participativo. Quizás por hábitos, la gente tiene temor a que no le escuchen, a no tener esa respuesta. En las pequeñas agrupaciones tienen esa sensación.

P. ¿Cuáles serán sus primeras medidas si sale elegida?

R. Yo nunca tomaré ninguna medida. Las medidas serán consensuadas, las que salgan de ese debate. No nos olvidemos tampoco que en este congreso hay unas ponencias a debate, que espero que se aprueban por una mayoría importante.

P. Hubo una época en que el PSdeG era percibido como una sucursal de Ferraz respaldada por un sindicato de alcaldes. Ahora llega usted de la mano de los alcaldes de Vigo y Ourense...

R. Es que había muchos más alcaldes de pequeños ayuntamientos, y compañeros que están en la oposición. A lo mejor son invisibles ante la ciudadanía, pero para mí son personas que hay que tratar con el mismo respeto y dedicarles el mismo tiempo. Los propios medios de comunicación focalizan en los grandes alcaldes, pero se olvidan de otros compañeros en la oposición. No es una acusación a los medios, pero ustedes han visto una foto determinada, cuando en esa foto había mucha más gente.

P. Los periodistas no situaron a los alcaldes de Vigo y Ourense flanqueando a la candidata.

R. No. Pero es que es normal, es lógico. No podemos comparar Ourense con A Gudiña, ni Vigo con Castro Caldelas. Pero, a nivel de esa persona que tiene el cargo institucional u orgánico, hay que considerarlos igual.

P. ¿Rechaza entonces esa interpretación de su candidatura como el poder urbano, o el poder institucional?

R. Yo creo que, si se conoce mi trayectoria, he tratado de echar una mano para tratar de romper esa Galicia de las dos velocidades. Eso lo quiero trasladar al partido. Yo soy candidata de todos, y quiero aunar a todos, geográficamente y desde las diferencias ideológicas.

P. El malestar interno contra Pachi Vázquez tuvo su primer hito en el asunto de las cajas. ¿Hizo mal en votar en contra de la Lei de Caixas?

R. En lo que estoy en desacuerdo es en lo que hizo Feijóo, que ha conseguido destruir un sistema financiero que llevaba cien años en Galicia. No culpemos a quien estaba en la oposición.

P. ¿Intentó Feijóo arrebatar Caixanova a los vigueses, como denunció Abel Caballero?

R. Es posible, porque los resultados los estamos viendo. Desde luego, para mí fue una gestión nefasta.

P. Caballero dice que genera rechazo fuera de Vigo por defender a su ciudad. ¿Coincide con él?

R. Aquí hay que diferenciar dos cosas. Es un gran alcalde, y ojalá lo sea muchos años. El de Ourense también lo es, lo mismo que el de Lugo. Pero después, a nivel de partido, tenemos que funcionar como una cadena perfecta, siendo imprescindibles todos los eslabones.

P. El segundo hito de la oposición a Vázquez fue el régimen de un militante, un cargo. ¿En el reglamento de incompatibilidades que usted defiende tendría cabida el doble cargo de Carmela Silva como edil y diputada?

R. Yo dije hace ya bastante tiempo que abogaba por el principio un militante, un cargo. Eso tiene que salir de todos los militantes de la forma que decía antes: no por real decreto. Siempre lo haré con el consenso y la aportación de los que quieran participar. Me gustaría hacer un reglamento para que todo el mundo sepa a qué atenerse.

P. ¿Consenso con quién, con la propia Silva?

R. No, no, no. Los estatutos del partido establecen unos principios, y eso se puede perfeccionar para que nadie se llame a engaño. Los que estamos en el partido conocemos perfectamente la diferencia entre un cargo orgánico y uno institucional. A lo mejor la ciudadanía no la conoce.

P. ¿Pero tendrá Silva que dejar un cargo institucional?

R. ¿Pero por qué? Estamos siempre hablando del mismo tema. Yo he dicho lo que pienso. Y lógicamente, la persona interesada también lo ha dicho. Dejémoslo ahí.

P. Entre quienes le apoyan se presume del aval de José Blanco. ¿Le consta que es así?

R. Blanco ha sido compañero de Consejo de Ministros y le tengo sumo respeto y aprecio, pero no es delegado en este congreso, no puede votar. No ha estado en ninguna reunión, nadie lo ha visto en ninguna reunión. Todo eso lo tendrá que decir él.

P. Usted dijo que le llamó Rubalcaba para dar este paso y...

R. Yo lo que dije es que llamé por teléfono porque era mi obligación ponerme en contacto con él, estaba ocupado, me devolvió la llamada, y estuvimos hablando de otros temas con confianza y respeto. Le dije por qué tomé esta decisión, y él escucho y lo respeto.

P. ¿Se considera la candidata de Ferraz?

R. No. Aquí lo que pasa es que hay procesos históricos que al final hacen que las personas tengan una determinada afinidad. No puedo negar que he estado en un consejo de ministros con Blanco y Rubalcaba, y eso une, pero aquí Ferraz no tiene candidatos.

P. La plataforma que le apoya es heterogénea. ¿Qué puede ofrecer para aglutinar posiciones tan distintas, por ejemplo respecto al sistema financiero?

R. Pues escucharles, oírles. Es posible que unos tengan la razón al cien por cien y otros al cincuenta. Escucharles, debatir, explicarles si tienen la razón o no, admitir parte y admitir todos, y con eso conformar una postura consensuada.

P. Caballero dijo que usted fue presidenta del puerto y ministra por iniciativa de él.

R. (Risas). Desde luego no soy candidata por iniciativa de él, sino de muchos compañeros. Hay una cosa anecdótica: todo el mundo dice que fui presidenta del Puerto cuando él era ministro de Transportes, pero el Puerto dependía de Obras Públicas, de Cosculluela. Ya no digo más. Que cada uno saque sus conclusiones.

P. ¿Es cierto que se dio de baja en el PSdeG tras perder las elecciones, como afirmó el sector crítico de Vigo?

R. (Silencio). No es cierto, no es cierto. No sé de dónde sale, no voy a entrar en esos debates. Yo siempre he sido militante. Y además, soy una persona que siempre ha estado ahí. Tema diferente es que haya tenido mayor o menor visibilidad.

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