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El arte de Bernardí Roig y de Regina Silveira aterriza en A Coruña

Dos muestras de grandes creadores contemporáneos coinciden en el tiempo

La luz....no importa (2011), una de las piezas de la muestra de Bernardí Roig en el Macuf.
La luz....no importa (2011), una de las piezas de la muestra de Bernardí Roig en el Macuf.

El Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa (Macuf) y la nueva galería de arte coruñesa Vilaseco-Hauser acaban de abrir sendas exposiciones dedicadas a dos artistas con una importante presencia en colecciones privadas y públicas de todo el mundo, el mallorquín Bernardí Roig y la brasileña Regina Silveira. Las obsesiones de Roig, materializadas en esculturas, vídeos, dibujos e instalaciones, y los esfuerzos de Silveira por representar la imagen de la sombra en dibujos y murales son los ejes centrales de ambas muestras, que podrán visitarse durante las próximas semanas en ambos espacios coruñeses.

La figura de un hombre sentado sobre el que cae una enorme columna de tubos fluorescentes es la primera pieza con la que se encuentran los visitantes de Verblendungszusammenhag (Concatenación del cegamiento). Esta y otras impactantes instalaciones que forman la muestra aluden a uno de los temas recurrentes en la obra de Roig, la incomunicación. Quizás la pieza que mejor refleja este fenómeno es aquella en la que el artista utiliza la imagen de su propio padre, quien aparece en un vídeo echando una gran reprimenda a una escultura de un hombre que se tapa los oídos y que representa al propio Roig.

El sexo es otra de las obsesiones del artista mallorquín y el tema también tiene una presencia importante en la exposición. Roig lo trata tanto de forma explícita como sutil. En el Macuf puede verse un vídeo (sugerente pero no explícito) que forma parte de una película pornográfica rodada por el propio artista, pero también se muestra una escena en la que un grupo de carniceros abre en canal a un buey y que, según explica Roig, contiene una evidente carga sexual. Junto al vídeo se encuentra una escultura que muestra a un buey abierto en canal de cuyo interior salen tubos fluorescentes. Es una de las piezas recientes de Roig y en ella alude, de nuevo, a la incomunicación.

La muestra ha sido realizada específicamente para el Macuf y supone un recorrido por las dos décadas de creación de un artista que se encuentra en la primera línea del arte contemporáneo español. Se da la casualidad de que la obra de Roig se exhibe por segunda vez en poco tiempo en A Coruña, ya que hace pocas semanas se cerró otra muestra que presentó en la fundación Luis Seoane. Las piezas que ahora se exhiben son diferentes y permanecerán en el Macuf hasta julio.

Silveira juega con la escala y con la capacidad de sorpresa del público

Por su parte, la galería Vilaseco-Hauser (fruto de la fusión de las antiguas galerías Ana Vilaseco y Matthias Hauser) abre su programación con obras de la brasileña Regina Silveira, quien tiene una sólida trayectoria dentro y fuera de su país desde los años 60. La artista demuestra su maestría tanto a la hora de realizar delicados estudios sobre la sombra y la luz en dibujos y murales, como cuando afronta el reto de construir una gran instalación para intervenir en fachadas o espacios interiores de edificios.

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En la galería coruñesa pueden verse ejemplos de los dos aspectos de su trabajo. Hay piezas sutiles, en las que maneja magistralmente la luz y las sombras, y obras de mayor tamaño, donde juega con la escala y con la capacidad de sorpresa del espectador para alterar los espacios arquitectónicos de la propia galería. La huella de la poesía siempre está presente en el trabajo de una artista que está considerada como una de las referencias imprescindibles en el arte brasileño contemporáneo.

“El ojo suma perspectivas”. Esta frase de la artista cuestiona el punto único de la visión y concede al espectador la posibilidad de moverse por el espacio, con el fin de alterar la representación de los contornos oscuros, con los que construye y reconstruye las posibles formas de mirar un objeto. En este uso perverso de la perspectiva los diferentes ángulos de visión confieren al ojo la deformación de la imagen y abren nuevos espacios perceptivos. La obra de Silveira hace reflexionar al espectador sobre las múltiples posibilidades de perspectivas que ofrece el ojo humano. La muestra permanecerá abierta hasta finales de abril.

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