El nuevo fondo de armario

Tener un armario con más de 1.290 trajes permitiría a cualquiera no repetir vestido en cerca de tres años y medio. Pero, en este caso, al propietario de los trajes, ya sea gracias a donaciones, cesiones o depósitos, el Museo Cristóbal Balenciaga, le permite renovar 70 de las 90 piezas que componen la exposición permanente del centro. El director de la institución, Javier González de Durana, presentó ayer la programación correspondiente a 2012, acompañado de la diputada de Cultura de Gipuzkoa, Ikerne Badiola, y del alcalde de Getaria, Nicanor Lertxundi.

Los visitantes podrán disfrutar a partir del 18 de mayo —la operación comenzará a principios del mismo mes—, de 70 nuevos balenciagas. El Museo guardará en el armario otras tantas piezas y las sustituirá con los mismos criterios que hasta ahora han regido el recorrido de la colección —orígenes, vestidos de día, noche, cóctel y la esencia del modisto—, mientras que los 20 restantes, todos complementos permanecerán inalterables.

El Palacio Aldamar acogerá algunas de las muestras temporales

La renovación para la nueva temporada no corresponde, no piensen, a un cambio de tendencias, como si de presentar una nueva colección en alguna pasarela se tratase, si no, por las exigentes medidas de conservación de las prendas. “Los trajes pueden estar expuestos como mucho nueve o 10 meses. Los tejidos son materiales muy frágiles que necesitan descansar, no estamos hablando del bronce de una escultura o del lienzo de un cuadro”, explicó González de Durana.

Además de los cambios en la colección permanente, el Museo Balenciaga programará a lo largo del año cinco exposiciones temporales, utilizando por primera vez para algunas de ellas el Palacio Aldamar. Con La elegancia del dibujo. Crónica de París, el visitante viajará a la Francia y moda que se encontró Cristóbal Balenciaga en el país vecino. La muestra la conforman más de 300 dibujos a tinta china y acuarelas de Carlos Sáenz de Tejada, artista vanguardista, y elaborados para ilustrar las informaciones sobre moda para la revista Blanco y Negro, en los años treinta.

Con ‘La elegancia del dibujo’ el visitante conocerá el París al que llegó el modisto

La segunda de las muestras temporales, ManiQUEEN, propone un recorrido casi “antropológico, una visión de como se ha entendido el cuerpo en el siglo XX”, puntualizó el director del Museo Cristóbal Balenciaga, en la historia del diseño de maniquíes. El centro acogerá distintas figuras procedentes de la histórica compañía La Rosa, de Milán.

Ya en verano, el centro propondrá a los visitantes sumergirse en el diseño de bañadores con Trajes de baño y exposición corporal. Una historia alternativa del siglo XX. Mientras que para finales de año el Museo acogerá Cristóbal Balenciaga y su influencia en los modistos españoles de los años 40 y 50. Todas las exposiciones se complementarán con actividades paralelas como proyecciones de películas y conferencias.