Hay partido
El reto de superar la crisis sin dejar por el camino los derechos ciudadanos y el Estado del bienestar llama a la responsabilidad a todos los socialistas
Transcurridos tres años desde la restauración conservadora en Galicia, Feijóo ostenta el dudoso honor de alcanzar la cifra mas alta de parados de nuestra historia, con 77.600 desempleados más que al inicio de la legislatura. Es a todas luces evidente que las familia gallegas viven peor, que la política económica del PP fracasó y que sus promesas electorales volaron al día siguiente de ganar las elecciones.
Hace solo unos meses, otro candidato conservador volvió a desplegar el manual de campaña del PP y comprometió hacer frente a la crisis, generar empleo y garantizar los servicios públicos, mientras afirmaba que cumpliría el déficit, no subiría impuestos y revalorizaría las pensiones.
Solo fueron precisas un par de semanas para que todas estas promesas saltaran por los aires. Una subida de impuestos que recae en un 80% sobre los pensionistas y las rentas del trabajo y una reforma laboral que abarata el despido, devalúa los salarios y precariza el empleo, unido al brusco recorte del gasto público, están provocando que se profundice la recesión y que muchos ciudadanos se sientan decepcionados y estafados por el gobierno.
Así las cosas, el PPdeG y Feijoo se enfrentan a un cierre de legislatura con conflictividad social, decrecimiento económico y record de parados, mientras los ajustes y las privatizaciones intensifican el deterioro del estado del bienestar. Un escenario en el que será difícil que el Presidente Feijoo pueda renovar unas promesas electorales incumplidas, mientras continúa escudándose en la externalización de responsabilidades para borrarse de la foto de la crisis.
En este contexto, el resultado de las próximas autonómicas está abierto y hay partido. Es posible que el auge del PP iniciado en Galicia, empiece su declive también aquí. Pero para que esto pueda ocurrir no basta con los errores e incumplimientos de Feijoo y Rajoy. Es preciso una alternativa progresista solvente y realista, más aún cuando tenemos la responsabilidad histórica de aglutinar el voto progresista y galleguista para frenar la involución democrática, la desigualdad social y el deterioro de lo público, que está provocando el PP al amparo de la crisis.
El reto de superar esta crisis sin dejar por el camino los derechos de los ciudadanos, la equidad y el estado del bienestar, debe llamar a la responsabilidad a todos los militantes y dirigentes del partido socialista. Del 12º congreso del PSdeG, es necesario que surja un partido renovado, con un proyecto creíble para Galicia y un equipo humano que haga de la unidad y la coherencia su seña de identidad. Para ello, es preciso que en el congreso exista un debate constructivo, y que los delegados prioricemos el interés de Galicia y del partido sobre nuestros intereses personales, locales u orgánicos.
Un partido pegado a los ciudadanos, que tenga en sus militantes y simpatizantes el pulso de la calle y de respuesta a los retos y problemas de la Galicia urbana y rural. Un equipo humano orgulloso de nuestro pasado que, reconociendo los aciertos y corrigiendo los errores, defina un partido integrador y participativo capaz de construir una alternativa de gobierno para ganar las elecciones autonómicas. Un proyecto serio y riguroso para Galicia, que defienda un nuevo calendario de estabilidad para crear empleo y reactivar la economía, conciliando los ajustes con la garantía del gasto social y la innovación productiva. Un proyecto progresista, que persiga el fraude y mejore la distribución de los costes de esta crisis, porque no es ético, ni razonable, que se disparen las compras de productos de lujo mientras aumenta la pobreza, que exdirectivos de entidades intervenidas se despidan forrados, o que directivos de empresas con grandes beneficios y ventas decrecientes tengan un plus de productividad por adelgazar sus plantillas a bajo coste. Un partido renovador, defensor de un sector público que elimine gastos innecesarios, instituciones obsoletas, duplicidades e ineficacias.
Además, recuperar la confianza de los votantes en nuestro proyecto y en la política, precisa reafirmar nuestro compromiso con la transparencia, la democracia y la igualdad de oportunidades, frente a la corrupción, el transfuguismo y el clientelismo en el que tan bien se desenvuelve el PP.
Hoy estudiantes, funcionarios, familias, jóvenes, trabajadores y desempleados muestran su descontento con un gobierno gallego sin iniciativa y sin rumbo. En manos del 12 congreso del PSdeG está recuperar la confianza de la mayoría del país. Si acertamos en nuestra elección, ganará el partido socialista y la sociedad gallega.
María José Caride es diputada del PSdeG en el Parlamento gallego
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