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Mascarell mantiene, por ahora, la confianza en su ‘número dos’

Una empresa de Solà cobró de una fundación de la ACM. La oposición exige más explicaciones al consejero

Confianza, aunque momentánea, para el secretario general de Cultura, Xavier Solà. El consejero Ferran Mascarell fue prudente ayer en la defensa de su número dos, después de conocer los negocios de Solà que publicó EL PAÍS. Una empresa de Solà cobró en 2010 50.000 euros de la Fundación Privada de Vivienda Pública de Cataluña (creada por la Asociación Catalana de Municipios) cuando él mismo era su director. Solà, que había sido jefe de los servicios jurídicos de la ACM hasta 2007, fundó su empresa junto a Josep Maria Matas, por aquel entonces secretario general de la ACM. Matas fue destituido la semana pasada como coordinador general de la Diputación de Barcelona y es investigado por la fiscalía por sus negocios.

Ante la evolución del caso Matas y la relación de Solà con el implicado, Mascarell optó por la prudencia. Evitó censurar a su número dos, pero tampoco hizo una defensa cerrada: aseguró que indagará para conocer todos los detalles de sus actividades. “Cuando tenga todos los datos, me haré la composición de lugar; hoy por hoy, le tengo toda la confianza”, apuntó el consejero.

Más escueto fue el presidente de la Generalitat, que eludió valorar las actividades de Solà, informa Miquel Noguer. En una conferencia de prensa en Casablanca (Marruecos), donde se encuentra de viaje oficial, aseveró “no estar al corriente” de los negocios del secretario general de Cultura. Sin embargo, valoró el papel de Convergència y del presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve, por la destitución de Matas. “Se tomaron decisiones muy drásticas en la Diputación. No es un caso que se haya quedado dormido en los cajones. Yo solo puedo valorar los hechos que conozco”.

ICV pedirá la comparecencia del presidente de la ACM

Las explicaciones del Gobierno no convencieron a la oposición, que exige más detalles al consejero y que indague hasta el fondo en los negocios de su número dos para aclarar las incompatibilidades en las que haya podido incurrir. El Partit dels Socialistas esperará las argumentaciones de Mascarell antes de pedir responsabilidades. “Es cierto que los hechos vienen de antes, pero es su número dos y debe explicarse”, argumentó la diputada Consol Prados. Si el consejero no da detalles convincentes, los socialistas se plantearán ir más allá y emprender acciones parlamentarias. “Mascarell es el primer interesado en esclarecer el caso”.

Más comedidos fueron Partido Popular y Esquerra Republicna. “Prudencia”, recetó la diputada del PP Alicia Alegret, que reclamó a Mascarell que averigüe si las actividades de Solà pueden ser incompatibles: “Debe esclarecer si no hay nada, o hay que tomar decisiones”, apuntó. Pere Bosch, de ERC, confió en Mascarell: “El consejero es lo suficientemente sensato como para actuar si tiene indicios razonables de que se cometieron irregularidades.

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Iniciativa exige a Mascarell “que no mire hacia otro lado”, en palabras de la portavoz parlamentaria Dolors Camats. En Vic (Osona), el partido pidió al alcalde, Josep Maria Vila d’Abadal (CiU) que haga público el convenio con la fundación de la ACM que sirvió para construir los pisos que promovía la empresa de Solà. Solà era entonces concejal de Urbanismo de Vic.

Los ecosocialistas no se conformarán con ambas acciones: pedirán en el Parlament la comparecencia del presidente de la ACM, el alcalde de Premià de Dalt (Maresme) Miquel Buch, para que justifique todas las actividades de la ACM con las empresas de Solà y de Josep Maria Matas. “Hay todo un entramado dentro, o en paralelo, de la ACM, que está financiado con dinero público. Queremos las explicaciones de su presidente”, abundó Camats. La ACM suma el caso de Solà al de Matas, que facturó casi un millón de euros a la entidad municipalista cuando era su secretario general.

El ente que dirige Buch solo trató las actividades de Matas en un breve comunicado, y dejó que fuera la Diputación de Barcelona la que gestionara el caso. Esta vez, la pelota está en el tejado del Departamento de Cultura. Las explicaciones que dio ayer Mascarell son parecidas a la que dio el presidente provincial, Salvador Esteve, cuando estalló el caso Matas. Tras defenderlo durante 10 días, Esteve se vio obligado a destituir a su número dos.

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