PSM: "Nos encaminamos a un modelo de grandes eventos"
El nombramiento de Grueso sorprende a los partidos de la oposición el mismo día en que se reunía el consejo de adminsitración de MACSA, empresa municipal de gestión cultural
La mecha de la traca que venía preparándose en el área de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid se ha prendido. El fichaje del ex director del recientemente cerrado Centro Niemeyer de Avilés, Natalio Grueso, ha ensordecido todos los petardos que en las últimas semanas venía lanzando el nuevo delegado del área, Fernando Villalonga, afeando la gestión realizada por su predecesora en el cargo, Alicia Moreno, concretamente en relación a la renovación de los contratos de personal de su antiguo equipo: directores de centros culturales y de teatros de la capital. Villalonga denunció "irregularidades” en esas contrataciones. El enfrentamiento forzó la salida casi inmediata de Cristina Conde, consejera delegada de MACSA, Madrid Arte y Cultura S.A, la empresa municipal a través de la cual el consistorio gestiona la mayor parte de sus actividades culturales. Pero ahora lo que está en juego es todo el modelo de gestión cultural de la capital de España, que hasta la fecha contaba con un presupuesto de 115 millones de euros anuales.
La noticia del nuevo nombramiento la daba EL PAÍS una hora antes del Consejo de Administración de MACSA. Y pillaba fuera de juego a muchos de sus asistentes. Entre ellos, todos los responsables de los partidos de la oposición: “¿Qué han fichado a quién?”, era la respuesta al teléfono. Y lo que sigue, las reacciones:
Ana García D’Atri (PSM): “Si se confirma este nombramiento, no puede ser una excusa para no llegar hasta el fondo de las irregularidades que se vienen produciendo en las formas de contratación de MACSA. La alcaldesa tendrá que explicar si estamos hablando de un aumento en los cargos de alta dirección en el Ayuntamiento, lo cual sería absurdo, teniendo en cuenta los tiempos de crisis en los que vivimos y contrario al tipo de gestión que nos anunciaron”. “No sabemos si puede ser una fórmula calculada para restar independencia y criterio a los directores de los centros culturales y teatros madrileños”. “Ana Botella nos lleva de sorpresa en sorpresa en la gestión cultural de Madrid y nadie, salvo ellos, sabe qué dibujo pretende hacerse de la gestión cultural en la capital, pese a que están estableciendo otro modelo a golpe de anuncios de este tipo”. “Por lo que parece, nos encaminamos a un modelo de grandes eventos”.
Milagros Hernández (IU): “Según me comentó el propio delegado, el fichaje de Natalio Grueso responde a que tiene los mismos objetivos empresariales que él para el Ayuntamiento de Madrid. Pero para nosotros el problema no es este hombre, que puede ser bueno (al margen de lo ocurrido en el Niemeyer), sino la estrategia de acoso y derribo que ha realizado Villalonga con respecto a los anteriores responsables, sus modales (que dejan mucho que desear por la arrogancia) y, sobre todo, el modelo que quiere implantar: vamos a pasar de un modelo de empresa cultural pública al servicio de los ciudadanos a otro basado en el beneficio económico de los espacios culturales públicos. Es decir, parece que va a montar el negocio de la cultura con patrocinadores como Red Bull o Heineken para que el dinero no provenga sólo del Ayuntamiento”. “Estamos de acuerdo en que se aproveche la rigurosidad empresarial en términos de eficacia de gestión, optimización de recursos, limitación de salarios… Pero nos da mucho miedo que se le abran las puertas de par en par a la empresa privada en los grandes contenedores culturales de la ciudad en la medida en que se pueda condicionar la cultura al beneficio y no al disfrute de los ciudadanos con unas propuestas culturales de calidad. Esa es la parte oscura de lo que está sucediendo y que nos tienen que aclarar”.
David Ortega (UPyD): “En vez de dotar de contenido cultural a Madrid se está volviendo a empezar la casa por el tejado, con grandes nombres como el de Natalio Grueso. Nos sigue faltando contenido, vemos el marketing de los grandes nombres y los grandes continentes, pero nada de contenido”. “Por otro lado, no sabemos si es un puesto de nueva creación con el correspondiente gasto adicional y qué va a cobrar esta persona, en un momento de crisis en el que estamos en la línea contraria a los fichajes estrella”. “Lo que Madrid necesita es un programa cultural que incluya a todos los barrios, un modelo cultural como el que tienen otras ciudades europeas. Si quieres oír el mejor jazz, te vas a Copenhage; si quieres ver arte de vanguardia, te vas a Berlín; si quieres ver los mejores musicales, te vas Nueva York; si quieres ver teatro clásico, te vas a Londres… ¿Y en Madrid qué? Igual podríamos apostar por nuestro ballet que es bueno, por ejemplo”.
Por su parte, el delegado de Las Artes, Fernando Villalonga, eludió hacer declaraciones a este diario porque “está acabando de definir las líneas” del nuevo modelo cultural.
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