Sectores de CC OO y UGT piden una huelga con CIG
Las centrales estudian la fecha para el paro general
Habrá huelga general, la cuestión es cuándo. Las centrales intentan que la ola del descontento de los trabajadores cuaje en una convocatoria hacia finales de marzo o en la primera quincena de abril. Por el momento gana peso en Madrid la posibilidad de que sea tras las vacaciones de Semana Santa, pero voces discordantes piden que se adelante para hacerla coincidir con la convocada por las centrales nacionalistas en Galicia (CIG) y Euskadi (ELA y LAB), el próximo 29 de marzo. Ayer mismo, el secretario comarcal de UGT en Vigo, Antonio Juste, apoyó un paro general de los tres sindicatos. “Sería absurdo que cometiéramos el error, con la que está cayendo, de hacer huelgas por separado”. Poco después, su homólogo de CIG, Serafín Otero, confirmaba que están dispuestos a modificar su fecha de marzo porque consideran “importante” que la movilización se realice en bloque.
La partida de estrategia sindical acaba de comenzar. “No será el 29, se dejará para más adelante, aunque muchos creamos que el sindicalismo tiene que sumar, y no restar”, analiza un destacado miembro de Comisiones. Considera que, además de la capacidad de movilización de CIG, el paro en Euskadi, donde las organizaciones nacionalistas son las primeras en representación, no se puede desaprovechar.
Para calentar el ambiente, las organizaciones de Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez estudian una movilización masiva previa, de unas 100.000 personas, que marcharían hacia Madrid desde otras capitales. Ese acto sería la antesala del paro general. “Dependerá de CIG que coincidamos, pero nosotros no podemos adherirnos a su calendario porque defendemos parámetros sindicales distintos”, reflexiona otro miembro de Comisiones, que recuerda que su última convocatoria general en solitario fue un desastre. Es de los que piensa que la reforma merece una explicación con detenimiento, sólo así se consolidaría el rechazo manifestado por las miles de personas que salieron a la calle el 19 de febrero. “No lo podemos hacer [convocar la huelga] para cubrir el expediente, porque estaríamos condenando al sindicalismo. No olvidemos que el gobierno del PP lleva menos de 100 días en el poder y fue votado por una amplia mayoría. Y además, con la oposición tal y como está en Galicia, abrir una brecha en nuestras filas es inasumible”.
Los nacionalistas marcaron su movilización para el 29 de marzo
Es obvio que entre la CIG y los mayoritarios (UGT y Comisiones) hay importantes diferencias. Los nacionalistas nunca se han querido sentar —ni con el gobierno bipartito en la Xunta— para llegar a acuerdos en el marco del diálogo social. Sin embargo, tanto Xosé Manuel Sánchez Aguión (CC OO) como Xosé Antonio Gómez (UGT) defienden sus avances (el último, un pacto para incrementar la renta de integración). Incluso, y a dos meses de la última huelga general en España, con más de 200.000 parados y unos recortes presupuestarios que ya no podían disimular la caída del gasto en servicios esenciales, ambos comparecían sonrientes al lado de la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, de otros cuatro conselleiros, el presidente Alberto Núñez Feijóo y el presidente de la CEG, José Antonio Fontenla, para explicar el acuerdo marco que reeditó el que alcanzaron con el bipartito fruto de “la responsabilidad de las organizaciones sindicales”.
“Sería absurdo que no coincidamos”, señala el secretario de UGT en Vigo
Hacia la CIG, las críticas arrecian porque convocó el paro antes del anuncio de la reforma laboral. “Lo hicieron porque les da igual, lo único que buscan es responder a sus descontentos y a su parroquia de fieles”, ataca un veterano de Comisiones. “Si ellos están contentos con su política, que les está llevando a perder peso, si creen que lo que pasa en el BNG está bien, pues perfecto, pero nosotros tenemos que hacer una huelga sabiendo que la sociedad percibe que hoy hay muchos más motivos que en el 2010”.
En su calendario está marcada la tramitación parlamentaria de la norma. “Entra el 8 de marzo y en teoría tienen tres meses, pero sabemos que el Gobierno va a acelerarla al máximo”, aseguran desde UGT. “Solo van a conseguir que aumente la conflictividad social”, añaden. José Cameselle, secretario comarcal de Comisiones en Vigo, apunta a que tiene que ser una “respuesta contundente”, porque “de lo que se trata es, no lo olvidemos, de cambiar el sentido del texto. Una huelga convocada solo por sindicatos nacionalistas no inquieta al Gobierno”.
Hoy continuarán las movilizaciones con una jornada europea por el empleo que les ayudará a pulsar el ambiente. Saben que, con el paro general, tienen solo una bala que disparar.
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