Los norteamericanos Megafaun presentan su cuarto álbum en El Loco
El grupo de Carolina del Norte es autor de uno de los mejores álbumes de 2011
Pese a que todos los connoisseurs del mejor rock americano que se factura en la actualidad tienen a Justin Vernon (Bon Iver) en la boca, los tres excompañeros de correrías que este tuvo en los seminales De Yarmond Edison no le van, en absoluto, a la zaga. Ni en inspiración ni en aventurerismo formal. Se llaman Megafaun, proceden de Carolina del Norte, se marcaron uno de los mejores álbumes del pasado 2011, y actúan la noche del miércoles en Valencia, en la sala El Loco (Erudito Orellana, 12) a partir de las 22.00h, en un concierto que nadie debería perderse.
Lo que presentan es su cuarto trabajo. El mejor hasta ahora, un álbum de rock americano que aúna tradición y modernidad de forma ejemplar, que depara soberbias melodías maceradas en barrica de roble sin perder la cara a la experimentación. Sin la reverencia de otros coetáneos más mimados por los medios (Fleet Foxes) o la tibieza de maestros que llevan tiempo nadando y guardando la ropa (Wilco).
Integrantes de una escena local a la que no dicen adscribirse estéticamente, pero sí éticamente (“somos amigos de Sharon Van Etten, Tallest Man on Earth, Bon Iver, o Akron/Family y solemos tocar con ellos sobre un escenario siempre que podemos, pero no por eso formamos parte de ningún movimiento neo folk ni nada por el estilo”), reconocen que el forjar una carrera en Carolina del Norte refuerza “el reconocimiento del colectivo por encima del individuo”
De hecho, ellos definen su actual estado de forma como “una progresión en nuestra integración de ideas conceptuales y elementos de inmediatez. Una escala en cuyos extremos tienes la disonancia y la consonancia”, y a través de la que se mueven, desplazándose de un lado a otro de la balanza haciendo que “las canciones se cierren en un círculo y desorienten al oyente, que tiene difícil identificar qué partes son las normales y cuáles las extrañas”. Sugerente forma de calificar una magnética propuesta que ha de pasar ahora el test del directo, una prueba a priori difícil cuando los surcos de sus discos dejan tanto espacio para la minuciosidad del estudio y la atención al detalle. Aunque si hemos de guiarnos por los parabienes que ya están recibiendo en sus precedentes hispanos, podemos augurar que la del miércoles puede ser una de las citas de la temporada en la ciudad.
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