Unas cenizas mal apagadas, posible origen del incendio de Torre de Cabdella
Los agentes rurales han abierto un acta administrativa a un vecino de Tarragona
La negligencia de un vecino que lanzó en un descampado las cenizas mal apagadas de la chimenea de una casa ha podido ser el origen del incendio forestal que desde el lunes por la tarde ha carbonizado unas 70 hectáreas de robles, pinos y matojos en el municipio de Torre de Cabdella (Pallars Jussà) y que según los últimos datos está controlado desde las 17.51 horas. Los agentes rurales han abierto un acta administrativa a un vecino de Tarragona, que tiene una segunda residencia en la zona, como presunto responsable del incendio. Esta persona ha reconocido que arrojó las cenizas en el lugar donde solía hacerlo siempre, junto a la carretera L-503, entre las localidades de Torre de Cabdella y Espui.
La hipótesis de los investigadores es que entre los restos podía haber brasas mal apagadas que, a causa del viento, se reavivaron y prendieron en la vegetación más próxima. El hombre tendrá que declarar ante los Mossos d’Esquadra y el juzgado de Tremp, que podría instruir diligencias penales si encuentra indicios de delito.
El incendio se originó sobre las 15.15 horas del lunes cerca de la carretera L-503 y se fue extendiendo por la zona denominada la Solana dels Castellons. Durante la noche, las llamas han avanzado por la cresta de la montaña del Serrat d’Escobet.
Los bomberos están trabajando en las tareas de extinción de este incendio con un total de 25 vehículos terrestres y cuatro medios aéreos. El incendio continúa activo, pero avanza lentamente, especialmente en una parte del flanco izquierdo, donde los efectivos de los bomberos están destinando los máximos esfuerzos para evitar que las llamas se extiendan de forma descontrolada hacia el barranco de Verdins.
Los efectivos que luchan contra el fuego se están encontrando con muchas dificultades, principalmente por las adversas condiciones orográficas del terreno, con pronunciados desniveles y falta de vías de acceso, lo que obliga en muchos momentos a los bomberos a trabajar con herramientas manuales.
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