La Cartuja, loza que se hace historia

"Podríamos escribir la Historia del Arte europeo a través de la producción de Pickman". La afirmación, aunque exagerada, se incluye en el vídeo de presentación de la muestra La Cartuja. Mucho más que loza, que se inauguró el martes en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla. La frase ilustra la versatilidad con la que fábrica Pickman-La Cartuja trabajó desde que en 1841 se instaló, gracias a la desamortización de Mendizábal, en el monasterio de Santa María de Las Cuevas, hecho que unió para siempre los nombres de Pickman y la Cartuja de Sevilla.

La exposición, que podrá verse hasta el 30 de abril, ofrece una selección de 200 piezas realizadas entre 1841 y 1970. "Además de las vajillas y otras piezas domésticas, la muestra exhibe objetos fabricados por Pickman para otros ámbitos como el sanitario, el educativo, las comunicaciones o la construcción que muestran las grandes líneas de producción de la empresa", apunta el consejero de Cultura, Paulino Plata.

Lo que puede verse en el Museo de Artes y Costumbres es solo un botón de muestra. La colección completa de La Cartuja, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), consta de 5.000 piezas y es propiedad del Ministerio de Cultura.

Además de las conocidas vajillas estampadas, se exhiben paneles de azulejos realizados con distintas técnicas y piezas pintadas a mano. En la exposición han colaborado el Museo Nacional de Artes Decorativas y la Filmoteca Nacional, que aporta un documental del Nodo de 1955. "El catálogo, por primera vez, lo presentamos solo en formato pen drive, algo que aplicaremos a partir de ahora y que nos permitirá no solo hacer economías, sino también aportar información complementaria", añade Plata.