"Me quería ir pero no me dejaban"
La víctima de una supuesta violación ocurrida en 2005 relata cómo tres hombres abusaron de ella Los acusados lo niegan y la acusan a ella
"Me quería ir, pero no me dejaban". Casi entre lloros, una mujer ha contado la violación de la que supuestamente fue víctima cuando tenía 16 años. Desde que le ocurrió, en 2005, sufre un síndrome de estrés postraumático. El fiscal pide para los dos principales acusados 23 años de cárcel y para el tercer acusado 18. El juicio ha comenzado esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid.
Según el relato de la víctima, tres chicos, de entre 20 y 21 años, la recogieron en su domicilio de Getafe. En principio, ella pensó que iba a ver a su novio, con el que había mantenido una discusión días antes. Sin embargo, la realidad era bien distinta. Los tres hombres la llevaron hasta un descampado próximo a la avenida de los Poblados y la autovía de Toledo (A-42) y abusaron de ella, según su relato. "Me dio mucho miedo cuando en lugar de girar hacia Fuenlabrada siguieron hacia Madrid. Estaba claro que no íbamos a ver a Javier [el novio]", ha señalado durante la primera sesión de la vista oral. "Cuando llegamos al descampado, me dijeron que hasta que no hiciera algo con ellos no me iban a dejar", ha añadido.
A partir de ahí, dos de ellos se turnaron para abusar sexualmente de ella. El tercero fingió la violación porque no quería hacer daño a la joven: "Hizo como si estuviera haciéndome algo, pero no lo hizo. Solo me dio un beso". Después se montaron los otros en el coche y la llevaron hasta el domicilio de su abuela, también en Getafe. "No pude hacer nada porque tenía mucho miedo. No duró mucho", ha agregado.
La versión de los tres acusados es radicalmente opuesta. Sergio B. G., Felipe B. G (primo del anterior) y Roberto Carlos D. B. han afirmado tanto a preguntas del fiscal y la acusación particular como de las defensas que fue la joven la que se insinuó a los tres y que no paraba de hacerles caricias e intentar mantener relaciones sexuales. Los tres han afirmado que en ningún momento la forzaron y que, si al final se acostó en el asiento trasero del coche con Felipe B. G., fue por su propia voluntad. "Ella no para de pedir que nos montáramos un trío. Cuando estaba conmigo, entró mi primo y me cortaron el rollo. Nuestro encuentro no duró ni un minuto", ha relatado gráficamente Felipe B. G.
Los tres acusados han afirmado que aparcaron a unos 30 metros de una gasolinera y que la mujer pudo salir corriendo o llamar desde su teléfono móvil. De hecho, han asegurado que su padre la llamó hasta en cuatro ocasiones y que en la última le amenazó con "matarla" si no regresaba pronto a casa. Eso fue por lo que la joven pidió que la llevaran a la casa de su abuela. "Se despidió de nosotros tan tranquilamente. Nos dio un par de besos a cada uno", ha explicado Sergio B. G., que ha estado llorando gran parte de su declaración. "Solo quiero que acaben estos siete años tan duros que hemos pasado y que se sepa que es todo mentira", ha añadido.
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