Tomás Gómez: “No me arrepiento de haberme decantado por Chacón”
El líder del PSM no se considera "crítico" y dice que es tiempo de "unidad" “No sé si se presentará alguien más pero yo voy a presentar mi candidatura para repetir", subraya Lissavetzky: "En Madrid habrá congreso y se tomará la decisión que se considere conveniente"
Tomás Gómez, líder del Partido Socialista de Madrid (PSM), ha analizado esta mañana el resultado del 38º Congreso Federal del PSOE, que le ha dejado en una situación difícil tras apostar por caballo perdedor y que ha abierto la batalla por Madrid. "No me arrepiento de haberme decantado por Carme Chacón porque el PSOE es un partido demócrata y, una vez que decide la mayoría, todos trabajamos para lo que se decida", ha confesado en una entrevista El Círculo de Telemadrid. Tras semanas de indefinición pública, Gómez desveló el viernes por la noche, en una cena con delegados madrileños, que la exministra de Defensa era su favorita. Horas después, fue derrotada.
Tras la caída de Chacón, Gómez ha negado que a él se le pueda considerar "crítico" con la nueva Ejecutiva Federal de Alfredo Pérez Rubalcaba y ha defendido que ahora es "tiempo de trabajo y tiempo de unidad". "Hay que vivir sin rencor, sin venganzas, mirando al futuro y respetando al rival porque no todos tenemos que pensar igual", ha manifestado el secretario general del PSM, para subrayar que mantiene con Rubalcaba "una relación personalmente muy buena y políticamente con momentos de encuentro y con momentos de desencuentro".
A falta de un mes para el Congreso Regional del PSM, la composición de la nueva Ejecutiva del PSOE ha desatado las alarmas entre los tomasistas. En especial por los nombramientos de los dos antecesores de Gómez al frente del PSM. Rafael Simancas es secretario de Formación, un área que se recupera para el actual diputado en las Cortes, y Jaime Lissavetzky, portavoz en el Ayuntamiento de Madrid e íntimo de Rubalcaba, vocal. Una de las pocas alegrías para el sector de Gómez fue que Rubalcaba mantuviera a Maru Menéndez también como vocal, cargo que ya desempeñó con Zapatero en el poder.
Sobre este asunto, ha reconocido que cuando alguien gana un proceso de elección como ha hecho Rubalcaba tiene "todo el derecho" para confecconar su equipo, aunque ha añadido que "era una oportunidad para haber contado con todo el capital humano que tiene el Partido Socialista, que es mucho". "Cada uno tenemos un criterio de integración", ha reiterado Gómez. "Cada uno hubiésemos hecho una dirección diferente", ha remachado.
Madrid y su clara división
Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños, desde que José Luis Rodríguez Zapatero lo eligió para sustituir a Rafael Simancas (derrotado en las elecciones autonómicas de 2003 y 2007) no integró cuando venció. Y ahora tiene a la mitad de la federación madrileña a la contra sin hacer ruido en público.
Tras su éxito inigualable de vencer en unas primarias a Trinidad Jiménez, la candidata de Zapatero y del aparato federal, llevó a cabo una purga de cargos institucionales para garantizarse un grupo sólido que le apoyara. Pese a la eliminación del adversario dentro de las instituciones (practicamente no dejó a ningún diputado autonómico que apoyara a Trinidad Jiménez en las primarias), la resistencia de los opositores a Gómez se mantiene intacta desde hace tiempo. En el último congresillo para elegir delegados al Congreso Federal, la diferencia entre unos y otros fue escasa.
Gómez pondrá en marcha esta misma semana el mecanismo para la celebración del Congreso regional en el que quiere seguir al frente del partido en Madrid pese al último batacazo electoral que le situó, como a casi todos los dirigentes socialistas regionales y como al propio Rubalcaba, con el peor registro de la historia del PSOE. Su porcentaje de voto, inferior al 30%, debilita al PSOE en las instituciones madrileñas. La alternativa a Gómez, de momento, no tiene rostro.
Sobre su apoyo de último minuto, ha explicado: "Mi responsabilidad era hacerlo público, pero era difícil tomar una decisión porque son dos grandes candidatos, dos grandes líderes". Según Gómez, le "costó mucho tomar una decisión" y no lo dijo hasta el último momento por el alto nivel de los dos candidatos y porque escudriñó al máximo qué proponía cada uno de ellos. "Yo pedía un debate público para que la gente viese que el PSOE tiene grandes dos grandes candidatos, dos grandes líderes, dos grandes socialistas", ha recordado.
Gómez ha confesado que el criticado discurso de Chacón en el Congreso del PSOE le "entusiasmó" y le pareció "sólido" y "muy emotivo", y que el de Rubalcaba "fue también muy sólido" y "de los mejores" que le ha escuchado. En todo caso, considera que el PSOE sale del Congreso de Sevilla "con una alternativa clara frente al Partido Popular" y que ha demostrado que "es tan sólido" y tiene "tanta gente capaz de dirigir bien al partido" que va a "levantar cabeza".
Preguntado por el Congreso que el PSM celebrará el primer fin de semana marzo para renovar la Secretaría General y la Ejecutiva, Gómez ha repetido que él va a presentarse y que no sabe si habrá más candidaturas. De momento, no la hay y el margen de maniobra es corto. Los opositores a Gómez deberán organizarse rápido si quieren presentar una lista alternativa, ya que las agrupaciones tienen previsto elegir este jueves a sus delegados. "Yo voy a presentar mi candidatura para repetir como secretario del PSM. No nos da miedo la democracia ni vamos a cercenar ningún movimiento democrático. No hay ningún partido que sea más democrático internamente que el Partido Socialista. En cuatro años he pasado por cuatro congresos y unas elecciones primarias”, ha recordado.
Sobre las primeras que disputó contra Trinidad Jiménez, ha opinado que Rubalcaba no le "hizo la cama". "Cada uno tomó la decisión que debía tomar. Hubo muchos, entre ellos Zapatero y Rubalcaba, que pensó que Trinidad Jiménez era la mejor candidata, y otros muchos, sobre todos los militantes de Madrid, que no pensaron lo mismo", ha indicado.
Por su parte, Jaime Lissavetzky ha dicho que el congreso fue "muy democrático y de película de Hitchcock" y ha afirmado que primó en él la "unidad", concepto que considera más importante que la "integración". En declaraciones a Onda Cero, el socialista ha considerado que "el tiempo dará y quitará razones" entre aquellos que han dicho no sentirse integrados en el equipo que lidera Rubalcaba, aunque ha reconocido que en procesos como el de Sevilla de este fin de semana "siempre puede que quede algún rasguño pero que se curan pronto".
Sobre la batalla por Madrid, hablado en pasado para afirmar que el secretario general del PSM "ha aportado también cosas al socialismo madrileño". Lissavetzky que, al contrario que Gómez, en el Congreso de Sevilla apoyó a Rubalcaba, ha subrayado que "en Madrid, como en otras federaciones, habrá congreso regional y se tomará la decisión que se considere conveniente".
En todo caso, no cree que se le vaya a pasar factura a nadie: "Eso sería absurdo, hay que pasar página". En cuanto a sus nuevas responsabilidades, ha asegurado sentirse como "un niño con zapatos nuevos" tras integrar desde este fin de semana la Ejecutiva Federal, lo que hace por primera vez desde que está en política.
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