El congreso de Sevilla desata las hostilidades entre Caballero y Vázquez
Los críticos descartan a Francisco Caamaño y buscan otra alternativa Los adversarios del secretario general tientan al alcalde de Ourense
La principal apuesta de los críticos del PSdeG pasaba por Carme Chacón y Francisco Caamaño. Consumada la ajustadísima derrota de la exministra en el congreso federal de Sevilla, que eligió a Alfredo Pérez Rubalcaba secretario general del PSOE, crecen las posibilidades de revalidar el cargo para el líder de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, aunque nadie arrojala toalla. Caamaño, estrecho colaborador en la campaña de Chacón, se ha caído de las quinielas, lo que obliga a los opositores a Vázquez a buscar una alternativa en el plazo de las cinco semanas que restan para el congreso gallego. Y por ahí surge el nombre del alcalde de Vigo, Abel Caballero, cuyas maltrechas relaciones con el secretario general del PSdeG se han agravado durante el cónclave de Sevilla, y le sitúan en el centro de cualquier operación para buscar un relevo a Vázquez.
Caamaño zanjó ayer casi definitivamente sus posibilidades de disputarle a Vázquez la secretaría general. “No me lo planteo, ahora me voy a centrar en mi puesto, en mi trabajo como diputado y en aportar lo que pueda al partido”, aseguró ayer a este periódico. El exministro de Justicia, en cambio, estudia optar a la secretaría del PSdeG en la provincia de A Coruña, para sustituir a Salvador Fernández Moreda en el congreso que los socialistas coruñeses celebrarán tras el gallego, probablemente antes del verano. “No niego que me gustaría, pero antes hay que ver los escenarios y cómo evoluciona el congreso gallego. Pero pienso más en eso que en ser secretario general de Galicia”, reconoció.
Caballero trató de vetar a Vázquez en la nueva ejecutiva de Rubalcaba
Desde el mismo momento en que la derrota de Chacón tumbó las opciones de Caamaño, las alternativas comenzaron a circular por los salones del hotel sevillano en el que se celebró el congreso socialista. Surgieron nombres como el del regidor de Ourense, Francisco Rodríguez; el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro, o la teniente de alcalde de Vigo, Carmela Silva. Ahora, con el planteamiento de buscar un líder de transición a la espera de que se aclare el futuro judicial de José Blanco, implicado enla Operación Campeón. Rodríguezse descartó rápidamente. “Me debo a mi ciudad”, zanjó ayer el regidor orensano.
La oposición interna a Vázquez se ha desplazado hacia el sur, y tiene su epicentro en la provincia de Pontevedra, más concretamente en Vigo. El secretario provincial, Modesto Pose, sigue apostando abiertamente por un recambio, mientras Abel Caballero apenas disimula su enfrentamiento con el secretario general. Los últimos episodios de la guerra, tras el régimen de incompatibilidades que debía impedir a Carmela Silva combinar el Ayuntamiento de Vigo con el puesto en la mesa del Congreso de los Diputados, se sitúan en la elección de delegados para el cónclave federal y en la propia cita de Sevilla. Al alcalde le disgustó sobremanera la candidatura alternativa a la que él mismo encabezó en el congresillo pontevedrés, auspiciada por Vázquez. Y aunque los dos apoyaron a Rubalcaba, la victoria de este desató una descarnada batalla entre ambos por entrar en la nueva ejecutiva federal.
Desde el entorno de los críticos se asegura que Pachi Vázquez intentó de impedir por todos los medios que Silva colmase la cuota gallega en la ejecutiva de Rubalcaba. En respuesta, Abel Caballero presionó a la nueva dirección para que dejara a Vázquez al margen, según diversas fuentes con el apoyo del exvicesecretario general José Blanco. Para conseguirlo, contaba con el aval de su firme apoyo a Rubalcaba en la campaña y con la mayor ambigüedad con que se movió Vázquez, agravada por la sensación de que Galicia aportó finalmente menos apoyos de los previstos al nuevo secretario general.
Finalmente, Rubalcaba reconoció el respaldo de la cúpula del PSdeG abriendo paso a Vázquez como vocal, pero el resto de los elegidos para la ejecutiva —Caballero y Silva— y el comité federal —Mar Barcón y Elena Espinosa— son todos adversarios del líder de los socialistas gallegos. La decisión satisfizo solo parcialmente a las dos partes.
Disensión en el Parlamento
Como empieza a ser costumbre, el grupo parlamentario, formado por 25 diputados, se erige en foco de oposición interna a Pachi Vázquez. Al menos, un sector del propio grupo, que con mayor o menor contundencia viene defendiendo un relevo en la secretaría general. Es el caso de Modesto Pose, secretario provincial de Pontevedra. Ayer se sumaron Beatriz Sestayo e Ismael Rego, que, a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa conjunta, negaron que la derrota de Carme Chacón en Sevilla debilite a los críticos con el secretario general del PSdeG, al tiempo que reivindicaron más “debate”.
“El debate para este partido es muy bueno”, apuntó Sestayo, una receta que defiende no solo en órganos federales y locales, sino también en el PSdeG. “El siguiente congreso será el gallego, donde la misma democracia hace que se pueda presentar más de una persona y que decidan los militantes”, argumento. Ismael Rego, mientras, coincidió en que el resultado del último cónclave “no obstaculiza ni favorece nada” puesto que son dos procesos distintos.
En favor de Pachi Vázquez salió el alcalde de Lugo, Xosé López Orozco, que opinó que la elección de Rubalcaba como secretario general de los socialistas supone “un espaldarazo” a las aspiraciones del líder del PSdeG ante el congreso de marzo. En un encuentro improvisado con la prensa en los pasillos del consistorio, Orozco recordó que Pachi Vázquez estará en la ejecutiva federal “con otros líderes de las distintas regiones y nacionalidades de España”.
“En cierta medida es un espaldarazo porque además apoyó a Rubalcaba. No creo que condicione y, si condiciona, condicionaría positivamente hacia la figura de Pachi”, expuso Orozco. El alcalde de Lugo también descartó a Caamaño como alternativa, aunque lo reconoció como “un gran político”.
Pachi Vázquez, mientras, destacó que su presencia en la ejecutiva federal le da a la formación gallega “fuerza y presencia”, pero rechazó extrapolar el resultado del congreso de Sevilla a Galicia. “La identidad gallega del PSdeG dice que empieza un partido nuevo”, manifestó. Pese a reconocer la existencia de “distintas sensibilidades”, aseguró que su proyecto pasa por “un espacio común”. “Intentaré sumar a todos solo pensando en ser útiles a Galicia”, declaró.
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